San Pedro Sula, Honduras.
Qué ironías las del fútbol. De un lado, un Real España que marcha líder e invicto y que se pone la etiqueta de favorito y del otro, un Marathón contra los pronósticos que se encuentra en el fondo de la tabla sin conocer el sabor de la victoria luego de cinco jornadas.
Los catedráticos han ido escalón tras escalón. Comenzaron con 3-2 a favor ante Parrillas One y aunque en los dos siguientes compromisos registró dos empates (Platense y Vida), se las arregló para salir del atolladero y pasear en caballo blanco tras la goleada 5-0 infringida al entonces invicto y líder Motagua.
El Monstruo por su parte, inició empatando 1-1 contra Real Sociedad, ese es hasta ahora el único punto con el que cuenta. A partir de allí, los resultados se hicieron cada vez más adversos. Cayó 1-0 frente a Victoria en casa. En la fecha 4, los verdolagas visitaron el estadio Nacional y salieron con una goleada 4-0 por parte de Olimpia y luego 3-1 a domicilio ante Vida.
Así, ambos llegaron al clásico con estadísticas distintas, pero con la misma necesidad de ser el mejor de la Gran Ciudad.
Qué ironías las del fútbol. De un lado, un Real España que marcha líder e invicto y que se pone la etiqueta de favorito y del otro, un Marathón contra los pronósticos que se encuentra en el fondo de la tabla sin conocer el sabor de la victoria luego de cinco jornadas.
Los catedráticos han ido escalón tras escalón. Comenzaron con 3-2 a favor ante Parrillas One y aunque en los dos siguientes compromisos registró dos empates (Platense y Vida), se las arregló para salir del atolladero y pasear en caballo blanco tras la goleada 5-0 infringida al entonces invicto y líder Motagua.
El Monstruo por su parte, inició empatando 1-1 contra Real Sociedad, ese es hasta ahora el único punto con el que cuenta. A partir de allí, los resultados se hicieron cada vez más adversos. Cayó 1-0 frente a Victoria en casa. En la fecha 4, los verdolagas visitaron el estadio Nacional y salieron con una goleada 4-0 por parte de Olimpia y luego 3-1 a domicilio ante Vida.
Así, ambos llegaron al clásico con estadísticas distintas, pero con la misma necesidad de ser el mejor de la Gran Ciudad.
Sin objeciones, Real España superó 3-2 a su vecino y se agenció el derbi. Uno al cielo y el otro al infierno.
