Tegucigalpa, Honduras.
Ever Alvarado abrió ayer una nueva página en su carrera deportiva y de paso cumplió uno de sus sueños de infancia: jugar en Primera División con Olimpia.
Las vueltas que da la vida ... y es que pocos saben que a los 17 años este lateral izquierdo abandonó El Negrito, Yoro, para prepararse en la capital hondureña con las reservas especiales del cuadro merengue. Sin embargo, luego de su participación en el Mundial Sub-17 en Egipto 2009 no logró llegar a un acuerdo con el club y tuvo que volver a emigrar. Allí aparece en escena Real España.
Desde 2010 sufrió, rió y celebró vestido de aurinegro hasta que el ciclo simplemente se cerró y de manera oportuna Olimpia volvió a tocar su puerta.
“Es una alegría inmensa, pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad que tengo para lograr ser tomado en cuenta. No es que solo con mi nombre voy a jugar, debido a que hay compañeros que han venido desde atrás y hay que respetarlos”, comenzó diciendo. “Olimpia tiene los mejores jugadores de Honduras, todos quieren venir a este equipo y se entrenan bien para salir al extranjero también”, añadió.
A sus 22 años, Alvarado se considera un afortunado, pues una lesión de ligamentos cruzados lo obligó a estar siete meses fuera de las canchas y con el riesgo de no ser el mismo, pero “gracias a Dios me recuperé bien”, confesó el jugador.
El yoreño regresó fortalecido, no solo físicamente...Dios también hizo su parte. “La verdad que estoy bien agradecido con Dios por la oportunidad que me da de estar acá”.
En algún momento pensó en seguir siendo un catedrático, pero no lo hizo por mutuo acuerdo. “Estoy agradecido con ellos”, recalcó. A partir de entonces se dedicó a entrenar y esperar una llamada...
“Sabemos lo que significa Olimpia en el país. Voy a tratar de hacer las cosas bien para conseguir un campeonato, ya que el equipo estará peleando la Concachampions y la Liga”, expresó.
Ahora, enfundado en la camisa del equipo más laureado del país, su primera consigna es: “jugar y después las cosas vienen por añadidura”.
“Debo trabajar el doble de lo que trabajaba cuando estaba en Real España. Creo que jugar en Olimpia podría darme una oportunidad para salir al extranjero”.
En el pasado fue tentado, sino recordemos cuando en 2012 viajó a Estados Unidos para realizar una prueba con el Seattle Sounders de la MLS.
Al final no se quedó.Ever tiene grandes razones para dar la batalla y tomar el toro por los cuernos. “Me tocó ser padre y me hizo cambiar”, refiriéndose a su hija Clarissa Alvarado, fruto de su relación con Mirka Leiva.
“Cuando empecé en Real España así fue, me tocó trabajar fuerte y de repente me dieron la oportunidad y la aproveché. Cuando estuve allí traté de hacerlo de la mejor manera”.
Su primer día fue como en la escuela
Fue de los primeros en llegar al ensayo de ayer. No le ha costado tanto encontrar compañía ya que a algunos los conoce de selecciones menores. Pero lo que nadie pudo evitar es que tal y como sucede con los recién llegados, Ever, pasara por el tradicional bautizo y recibiera un baño de ‘pataditas’.
¿nervios? “claro que sí. Gracias a Dios los compañeros me trataron bien”, señaló. Alvarado ya se puso el uniforme, alistó la zurda, los centros y ahora se pone de tú a tú ante el experimentado Javier Portillo.
“Acá todo el mundo se merece jugar porque entrenan bien, pero al final solo son 11 los que juegan. El profesor (Héctor Vargas) es quien decide al final”, dijo al respecto. El defensor sabe en lo que se ha metido. Deberá convencer a la afición olimpista de su nueva identidad. Él nos dice que los conquistará “en la cancha, si me dan la oportunidad, allí voy a demostrar”, apostilló.
Además, está consciente de que debe dar un extra. “Así es, sino no estaría acá. Mi meta es llegar y trabajar fuerte, hacer las cosas bien dentro de la cancha con Olimpia, mantenerme hasta tener una oportunidad fuera”.
“En Olimpia exigen títulos, es obligatorio ganar copas, para eso debo trabajar. En Real España también tuve la oportunidad de pelear un campeonato y lo perdí con Olimpia. Cuando se ganó el título (2013) me lesioné y no pude jugar el torneo”, agregó.
El fútbol extranjero y la Selección siguen rondando su cabeza y, por su perseverancia, no tardará en cumplir estos objetivos. “Se vienen algunos torneos para la Selección, tengo que ponerme a tono y que el técnico que llegue vea que estoy haciendo las cosas bien”, concluyó.
Su contrato durará un año, un lapso en el que podrá demostrar sus condiciones.
Ever Alvarado abrió ayer una nueva página en su carrera deportiva y de paso cumplió uno de sus sueños de infancia: jugar en Primera División con Olimpia.
Las vueltas que da la vida ... y es que pocos saben que a los 17 años este lateral izquierdo abandonó El Negrito, Yoro, para prepararse en la capital hondureña con las reservas especiales del cuadro merengue. Sin embargo, luego de su participación en el Mundial Sub-17 en Egipto 2009 no logró llegar a un acuerdo con el club y tuvo que volver a emigrar. Allí aparece en escena Real España.
Desde 2010 sufrió, rió y celebró vestido de aurinegro hasta que el ciclo simplemente se cerró y de manera oportuna Olimpia volvió a tocar su puerta.
“Es una alegría inmensa, pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad que tengo para lograr ser tomado en cuenta. No es que solo con mi nombre voy a jugar, debido a que hay compañeros que han venido desde atrás y hay que respetarlos”, comenzó diciendo. “Olimpia tiene los mejores jugadores de Honduras, todos quieren venir a este equipo y se entrenan bien para salir al extranjero también”, añadió.
A sus 22 años, Alvarado se considera un afortunado, pues una lesión de ligamentos cruzados lo obligó a estar siete meses fuera de las canchas y con el riesgo de no ser el mismo, pero “gracias a Dios me recuperé bien”, confesó el jugador.
El yoreño regresó fortalecido, no solo físicamente...Dios también hizo su parte. “La verdad que estoy bien agradecido con Dios por la oportunidad que me da de estar acá”.
En algún momento pensó en seguir siendo un catedrático, pero no lo hizo por mutuo acuerdo. “Estoy agradecido con ellos”, recalcó. A partir de entonces se dedicó a entrenar y esperar una llamada...
“Sabemos lo que significa Olimpia en el país. Voy a tratar de hacer las cosas bien para conseguir un campeonato, ya que el equipo estará peleando la Concachampions y la Liga”, expresó.
Ahora, enfundado en la camisa del equipo más laureado del país, su primera consigna es: “jugar y después las cosas vienen por añadidura”.
“Debo trabajar el doble de lo que trabajaba cuando estaba en Real España. Creo que jugar en Olimpia podría darme una oportunidad para salir al extranjero”.
En el pasado fue tentado, sino recordemos cuando en 2012 viajó a Estados Unidos para realizar una prueba con el Seattle Sounders de la MLS.
Al final no se quedó.Ever tiene grandes razones para dar la batalla y tomar el toro por los cuernos. “Me tocó ser padre y me hizo cambiar”, refiriéndose a su hija Clarissa Alvarado, fruto de su relación con Mirka Leiva.
“Cuando empecé en Real España así fue, me tocó trabajar fuerte y de repente me dieron la oportunidad y la aproveché. Cuando estuve allí traté de hacerlo de la mejor manera”.
Su primer día fue como en la escuela
Fue de los primeros en llegar al ensayo de ayer. No le ha costado tanto encontrar compañía ya que a algunos los conoce de selecciones menores. Pero lo que nadie pudo evitar es que tal y como sucede con los recién llegados, Ever, pasara por el tradicional bautizo y recibiera un baño de ‘pataditas’.
¿nervios? “claro que sí. Gracias a Dios los compañeros me trataron bien”, señaló. Alvarado ya se puso el uniforme, alistó la zurda, los centros y ahora se pone de tú a tú ante el experimentado Javier Portillo.
“Acá todo el mundo se merece jugar porque entrenan bien, pero al final solo son 11 los que juegan. El profesor (Héctor Vargas) es quien decide al final”, dijo al respecto. El defensor sabe en lo que se ha metido. Deberá convencer a la afición olimpista de su nueva identidad. Él nos dice que los conquistará “en la cancha, si me dan la oportunidad, allí voy a demostrar”, apostilló.
Además, está consciente de que debe dar un extra. “Así es, sino no estaría acá. Mi meta es llegar y trabajar fuerte, hacer las cosas bien dentro de la cancha con Olimpia, mantenerme hasta tener una oportunidad fuera”.
“En Olimpia exigen títulos, es obligatorio ganar copas, para eso debo trabajar. En Real España también tuve la oportunidad de pelear un campeonato y lo perdí con Olimpia. Cuando se ganó el título (2013) me lesioné y no pude jugar el torneo”, agregó.
El fútbol extranjero y la Selección siguen rondando su cabeza y, por su perseverancia, no tardará en cumplir estos objetivos. “Se vienen algunos torneos para la Selección, tengo que ponerme a tono y que el técnico que llegue vea que estoy haciendo las cosas bien”, concluyó.
Su contrato durará un año, un lapso en el que podrá demostrar sus condiciones.
