Falta un partido para definir al campeón del torneo, pero Diego Reyes ya tiene asegurado su nombre en la historia como el primer jugador del Real Sociedad en anotar en una final y más porque fue a Olimpia.
Podrán pasar muchos años y experiencias en su carrera, pero él siempre tendrá retratado en su mente el momento en que prendía con el alma esa pelota que hizo explotar las gargantas tocoeñas y tiene ilusionado a todo un pueblo con dar la vuelta olímpica en el propio estadio Nacional.
“Ese gol fue increíble por habérselo metido a Noel (Valladares), porque era una final y por el gran equipo que es Olimpia. Eso hace de ese gol el más especial de todos para mí”, declaró Diego Reyes, el hombre que con su cañonazo tiene encaminada la final a favor del benjamín.
Así lo recuerda
Su mira está ahora puesta en la vuelta en Tegucigalpa, aunque es inevitable abrir un paréntesis para recordar su valioso tanto: “Cuando le pegué, lo hice con todas las ganas. La verdad ni sentí el momento. Solo recuerdo cuando le di con tanta fuerza y me di cuenta de la anotación al ver infladas las redes. Fue allí cuando empecé a celebrar. Fue una reacción inolvidable” y al ver la pelota adentro de la meta merengue “solo dije ‘es increíble’”, mientras el estadio tocoeño se estremecía de júbilo.
Más allá de la evidente alegría provocada por ese “bombazo”, Diego trata de esquivar ese recuerdo para compenetrarse de lleno en el segundo tiempo de la final.
“Uno trabaja con la mentalidad de que faltan 90 minutos en los que será un espectáculo diferente.
Hay que dejarlo todo en la cancha porque ya no va a haber otro momento”, dice el de la camisa 22.
No se asusta
Sin embargo, el hombre que figuraba hace poco en la Liga de Ascenso con el Unión Sabá piensa en grande y se despoja de los complejos al vislumbrarse parado el domingo en la cueva del león.
“Sé que nada es imposible, independientemente de que juguemos en el Nacional y que digan esto y lo otro, vamos con mentalidad positiva y confiamos en que estamos comprometimos para conseguir el resultado”, dice.
A gritar campeón
Al hacerse de confianza, Diego confiesa que sí se figura portando la presea dorada y cantando la famosa melodía de Queen 'We are the champions' (Somos los campeones).
“Sí quiero gritar ‘campeones, campeones, campeones’. Eso sería muy lindo. En esta instancia no podemos regalarnos y por eso debemos ir con todo. Es un sueño levantar la copa y colgarse esa medalla tan maravillosa”, revela Diego con elocuente sinceridad, mientras prepara sus implementos para ponerse a disposición de Jairo Ríos en el entrenamiento de turno.
Esa ambición tan palpable del atacante se complementa con el apoyo incondicional que siempre recibe de su madre Glenda de Reyes, quien ya recibió su regalo en el Día de la Madre, pero sueña con algo más.
“Ese título sería lindo, una manchita para el currículum de uno, y por eso mi madre me dice que vaya con todo, que tenga mente ganadora y no piense en el segundo lugar.
Voy con la mentalidad de ir a traer ese trofeo a Tegucigalpa”.
