Boniek García, mediocampista del Houston Dynamo, fue testigo este viernes de los últimos preparativos de su ex equipo, el Olimpia para el juego de ida de la final frente a Victoria.
Con su corazón todavía palpitando fuerte por los colores del Albo, el volante del Houston Dynamo llegó a desearles suerte a sus excompañeros y terminó comprometido a convidarles un asado el próximo jueves.
“Va a pagar un asado la semana que viene porque agarró mucho premio en Estados Unidos y acá la situación económica está muy complicada”, bromeó el entrenador Danilo Tosello.
El argentino señaló que Boniek se metió a la hora de la oración y por ello allí lo abordaron y le sacaron el asado.
El volante, con mucha alegría, aceptó dárselo como motivación para que busquen ganar un nuevo título. “Estoy muy contento de estar nuevamente en el país visitando a los compañeros”, dijo el jugador nombrado latino del año en la MLS.
Boniek tuvo una mañana especial con sus amigos y todo se llevó a cabo como si nunca se hubiera ido. Las bromas, los abrazos y las palabras de felicitación estuvieron a la orden del día.
“Les vengo a mostrar alegría. Creo que eso les da satisfacción a los compañeros y la sonrisa siempre está de parte mía. Creo que están contentos de verme y espero que hagan un gran trabajo en La Ceiba”.
Ver al Olimpia en una nueva final causa una sensación rara en Boniek. “Siento un cosquilleo, una alegría de ver a mis compañeros, a los que les deseo toda la suerte del mundo”.
Sabe que frente al Merengue hay un duro rival muy bien dirigido por Héctor Vargas; por ello no espera un triunfo fácil.Pero reconoce que su tiempo ya pasó, lo que logre Olimpia será un mérito de ellos y a él solo le queda ver los “toros desde la barrera”.
“La revancha es para los que están aquí. Ya perdí mi final allá (MLS), pero estoy contento por el trabajo que realicé”. Explicó que el posible título de Olimpia no le serviría de consuelo por no haber logrado el que disputó el Houston Dynamo.
