Carlo Costly y su equipo Veria FC se salvaron del descenso luego de que el comité disciplinario de la liga griega sellara el descenso del tradicional club AEK Atenas a segunda al adjudicarle la victoria del último partido al Panthrakikos por el episodio violento que la hinchada del club anfitrión protagonizó el pasado fin de semana.
De esta forma, el AEK y el Kerkyra se convierten en los equipos descendidos en el fútbol heleno, por lo que el club del hondureño conserva la categoría.
Veria está en el décimo lugar con 33 puntos y en la última fecha del fútbol griego jugará de visita ante el Panathaikos. El equipo de Costly es inalcanzable para el AEK, que tiene 24, y el Kerkyra, que suma 20.
El comité disciplinario decidió fijar el resultado en un 0-3 y además restarle tres puntos al AEK, que al encontrarse entre los colistas finiquita su paso a segunda una jornada antes del final de la liga.
Los disturbios se produjeron el pasado fin de semana cuando, en el minuto 87 y tras un gol en propia portería, el visitante se adelantó en el marcador por 0-1.
A continuación, hinchas violentos del AEK invadieron el campo provocando la estampida de los jugadores.
La policía griega disolvió la revuelta con gases lacrimógenos, mientras que varios centenares de hinchas destrozaban el mobiliario de la grada. Poco después, el árbitro decidió suspender el partido.
El AEK, con sus 89 años de historia, uno de los clubes de más tradición de Grecia, puede apelar la sentencia a la Federación Helena de Fútbol, si bien el descenso parece inevitable.
El club (Unión de Atletas de Constantinopla), fundado en 1924 por refugiados griegos expulsados de Turquía durante la guerra greco-turca, es con 29 títulos oficiales uno de los equipos más exitosos del fútbol heleno, lo que hace el descenso aún más trágico.
