29/03/2024
07:18 AM

El eterno soldado Ryan

Ryan Giggs cumplió 1,000 partidos con la camisa del Manchester United contra el Madrid y sin nunca haber sido expulsado. Con casi 40 años, hace yoga y sigue las directrices de cinco nutricionistas para mantenerse en forma.

Cuando Ryan Giggs (Cardiff, Gales, 1973) debutó en el Manchester United, el 2 de marzo de 1991 (una derrota 2-0 frente al Everton), su compañero y portero David De Gea tenía tres meses. Y el centrocampista Phil Jones no había nacido.

Contra el Real Madrid en los octavos de final de la Champions el martes, completó 1,000 partidos como profesional, una cifra reservada a los semidioses: más de cinco lustros en la élite sin haber recibido una sola tarjeta roja.

Hubo porteros antes que pasaron de las 1,000 participaciones (Peter Shilton, Ray Clemence, Pat Jennings y David Seaman), pero solamente otros dos futbolistas de campo: Tony Ford y el escocés Graham Alexander, dos volantes que se patearon un puñado de clubes de segunda fila. Muy lejos de otros grandes de la Premier como Shearer (797), Henry (773), Bergkamp (743), Vieira (728), Tony Adams (735) o Gerrard (722).

Aquel Giggs, de 17 años, sustituyó en el minuto 35 al lesionado lateral izquierdo Denis Erwin. Desde entonces ha marcado en cada una de las 23 temporadas en la Liga inglesa: 164 goles para el United. Aunque su debut coincidió con tiempos de penuria en Old Trafford.

El United venía de siete encuentros sin ganar y la ciudad era conocida por Madchester [mad, loco en inglés], en pleno proceso de desindustrialización, lejos de la moderna metrópoli de ahora, llena de apartamentos estilosos, puentes de Calatrava y torres de cristal.

Su ilusión juvenil contrastaba con el aire deprimente del equipo, en el quinto curso de Alex Ferguson, una convivencia no siempre fácil con el mánager. “Sir Alex fue muy duro en los primeros años. Me empujaba al borde del abismo. Ahora por fin se ha relajado”, confesó el jugador al diario As.

“Era rapidísimo con el balón en los pies”, recuerda el portero de Osasuna Ricardo, que coincidió con él en la campaña 2002-03. “Y un líder en el vestuario de aquella generación de Beckham, Scholes y los Neville. Siempre alegre. Tiene carácter y personalidad”.

Scholes es su mejor amigo. Ambos han evolucionado a medida que el tiempo moldeaba su cuerpo, pero la más abrupta ha sido la trasformación de Giggs: de un extremo puro, de velocidad y regate, ha pasado a un volante o mediocentro de control y pase, uno de los mejores pasadores de la Liga.

La zancada la heredó de su padre, Danny Wilson, jugador de rugby originario de Sierra Leone, que abandonó a la familia en plena adolescencia de Ryan. Cuando el chico llegó a los 13 años al United ya era una sensación del fútbol juvenil, conocido como Ryan Wilson, apellido al que renunciaría por la posterior mala relación con el padre. El mestizo Giggs sería víctima del racismo según denunció después.

A los seis años, hubo de dejar Cardiff, donde vivían sus abuelos, para acompañar a su padre, fichado por el Swinton, en Manchester. Desde la ventana de su despacho, Ferguson avistó al eléctrico Ryan marcar un triplete con los Salford Boys al United sub 15. Poco después, el 29 de noviembre de 1987, al cumplir 14 años, Ferguson se plantó en su casa y lo fichó para siempre. Formaría un grupo juvenil de élite con Beckham, Nicky Butt y los hermanos Neville.

Su referencia infantil no podía otra que el fascinante George Best, de quien recibió el dorsal 11 y parte de su talento en el campo, pero no su pulsión autodestructiva fuera de él. Best se retiró a los 27 años y a los 23 ya había dejado de ser una estrella, víctima de todo tipo de excesos.

Giggs, a los 39, ha renovado un año más en Old Trafford. No tiene ninguna razón para retirarse. Es uno de los mejores en las pruebas físicas del equipo, esculpe su cuerpo, practica el yoga y sigue las directrices alimentarias de los cinco nutricionistas del club.

En esa longevidad extrema se parece a Stanley Matthews, otro gigante inglés que jugó hasta los 50 años sin ser expulsado ni una sola vez. Hacia ese Olimpo camina Ryan Giggs.