Los mexicanos no descuidaron ningún aspecto para apoyar a su selección de fútbol para la final olímpica del sábado ante Brasil, incluido el plano místico, en el que el Brujo Mayor, Antonio Vázquez Alba, un conocido hechicero, invocó una barrera para proteger a sus jugadores contra la magia brasileña.
'Cuidado con los brasileiros, son muy muy poderosos con la magia. No lo digo por chisme, es un hecho, en todos los lugares donde va a jugar Brasil, van disfrazados, se pintan, prenden inciensos, prenden mil cosas', advirtió el Brujo Mayor al llevar a cabo una ceremonia para contrarrestar los conjuros brasileños.
Embutido en una ajustada camiseta de la selección azteca, fumando un puro, agitando una maraca hecha con conchas y esparciendo 'bálsamo espiritual' con esencia de siete tipos de flor negra con un atomizador, el chamán invocó a Quetzalcóatl, el dios prehispánico representado por una serpiente emplumada.
'Quetzalcóalt, rey de México, rey de los mayas, rey de los náhuatls, poderoso olmeca, te pedimos que liberes de todas las fuerzas negativas a nuestro equipo mexicano para que gane con lo que tiene: fuerza y poder, mucho deporte y mucho ánimo', recitó en una ceremonia antes los medios de comunicación.
El Brujo Mayor aventuró incluso un resultado: una victoria por un gol de diferencia para México, posiblemente un 2-1; eso sí, advirtió, es probable que el primer gol lo meta Brasil.
'Si fuera un resultado contrario no me afectaría porque lo que no quiero es que los brasileños nos ganen con malas mañas. Que nos ganen jugando, sí', matizó el pintoresco hechicero, que aseguró que seguiría rezando y pidiendo a favor de la selección ininterrumpidamente hasta que termine el partido.
