25/04/2024
06:22 AM

Romario: 'Mis vicios son deporte, mujeres y la noche”

El exfutbolista brasileño habla de sus vivencias ahora como diputado. “Quiero que digan que fui bueno en el fútbol y en la política”, dice.

En la antesala del gabinete del diputado, ciudadanos de diversa condición esperan ser recibidos por su señoría. Un representante de la Federación de Agricultura Familiar con una propuesta para reforestar la Amazonia, un periodista que tiene concertada una entrevista y una mujer que quiere “hablar de un asunto personal”.

Aquel delantero diminuto que hacía diabluras en el área pequeña, capaz de marcar los goles más inverosímiles, que jugó en el Barcelona y en el Valencia, muestra también una gran habilidad en su nueva condición de parlamentario.

“Desde que nació mi hija Ivy con síndrome de Down, hace siete años, entendí que las personas con alguna discapacidad necesitan a alguien que se preocupe por ellas en el Congreso. Cuarenta y cinco de los 190 millones de brasileños, casi el 25%, tienen algún tipo de discapacidad”.

Sus iniciativas, preguntas y denuncias lo han enfrentado con algunos poderosos como el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira. “El Mundial de 2014 no será ningún éxito, en ninguna ciudad. Funcionará, pero no funcionará bien. Los ricos saldrán maravillados del campeonato. Pero los pobres ni se enterarán”.

Romario ha conseguido 32,000 entradas gratis, 500 de cada partido, para las personas con discapacidades. “Estar sentado allí es perder el tiempo, porque los diputados no aparecen o no prestan atención”.

Prefiere el trabajo en comisión. Cada lunes, el diputado se levanta a las 9.30 y va a su despacho en Río de Janeiro. El martes vuela a Brasilia, donde tiene el despacho de parlamentario. En la capital está hasta el jueves por la tarde.

Los días en Brasilia transcurren entre el gabinete, el trabajo en comisiones, reuniones del partido y plenos. El viernes lo dedica a recibir a la gente que quiere hablar con él. El fin de semana es sagrado; vuelve a lo que más le gusta: jugar futvolei en la playa de la Barra de Tijuca con el mismo grupo de amigos de hace 20 años.

A pesar de los éxitos, no faltan detractores. “Periodistas que nunca creyeron que haría lo que hago como diputado y que siempre están a la espera de que cometa algún error: Romario fue a la discoteca, está fumando un puro, está jugando en la playa… quieren presentar estas actividades como algo negativo, para denigrarme”.

Recuerda las críticas durante su vida de futbolista. “Siempre me gustó salir de noche. No he tenido vicios como fumar, bebida, drogas, juego. Mis vicios son deporte, mujeres y noche. Hoy mucho más moderado que antes, porque la política no me deja y ya tengo 46 años. Antes salía cinco veces a la semana, hoy una. Pero me sigue gustando”.

Le gustaría ser recordado como un diputado que luchó mucho por sus causas. “Que dijeran: ‘Fue bueno en el fútbol y bueno en la política’. Sería feliz si consiguiera cambiar un poco la cabeza del brasileño en relación con las políticas públicas, sobre todo en lo que se refiere a las personas con discapacidades, y no dejar entrar a los niños y jóvenes en el mundo de la droga”.

Tomado de diario El País