El portero colombiano Héctor Landázuri, quien militó durante el torneo de Clausura con el Victoria de La Ceiba se dedica a entrenar niños de escasos recursos económicos en su ciudad natal, Cal. El cancerbero pasó a la deriva por varios días en suelo catracho.
Hoy logró superar el primer nivel de la carrera de técnico y espera terminar los últimos dos para recibir el título de entrenador nacional.
'Los niños en mi país también viven situaciones difíciles de pobreza por eso hemos decidido con mi hermano ayudar a los niños de escasos recursos, lo hacemos de corazón porque queremos que salgan adelante y no cojan malos vicios', explicó.
Landázuri sufrió mucho en La Ceiba porque los jaibos descendieron del máximo circuito y la junta directiva lo dejó a la deriva sin alimentación, salarios ni techo, sin embargo logró sobrevivir tres meses con ayuda de buenos samaritanos que incluso cooperaron para que reuniera su pasaje de retorno a su pais.
'Es una bendición de Dios ayudar a la gente que lo necesita, cuando yo estuve allá (Honduras) la gente se portó bien conmigo, pienso que una es con otra, ellos me dieron la mano a mí y ahora tengo que dársela a la gente que lo necesita y si es con niños es mejor porque uno les puede enseñar todo lo que he aprendido durante mi carrera', reiteró.
Y añadió: 'Estamos colaborando con eso para que sean gente de bien para el pais, son niños de bajos recursos, queremos que se alejen de la violencia por eso estamos ensenándoles a jugar fútbol, gracias a Dios la gente nos ha colaborado mucho con balones, con implementos deportivos y uniformes'
Demanda
El ex portero de San Miguelito, Envigado y Boyacá decidió demantar en el TAF a la institución jaiba por incumplimiento de contrato.
'Tuve que demandar a Victoria porque no me paga, me deben tres meses de salario y me dejaron tirado, esas cosas no hablan bien de la institución porque hay gente de malas intenciones y comportamiento, mi abogado me mantiene al tanto de todo, aunque estoy viendo que no tienen plata ni para inscribirse en segunda división', lamentó.
