25/04/2024
09:01 AM

La conmovedora historia del niño que prestó sus muletas para ver a Milito

Santiago Fretes nació con una malformación que le dejó sin una pierna, el fútbol y sus muletas guían su camino vaya donde vaya.

Avellaneda, Argentina.

El fútbol es ese deporte que cada fin de semana trae una gran historia humana. La última se dio en Argentina, una de las grandes estrellas de este país, Diego Milito, jugaba el último partido de su carrera con Racing de Avellaneda y ningún fan se lo quiso perder. Entre los seguidores, destacó la solidaridad de un joven que dejó a otro una de sus muletas para que pudiera ver la despedida de su ídolo.

Santiago Fretes es un niño de 10 años que una malformación genética le dejó con una sola pierna y con muletas por el resto de su vida. Él estaba en el estadio viendo la despedida de Milito sobre una de ellas para poder superar la barrera de 1,70 metros.

Al lado suyo, otro niño se desesperaba dando saltos para poder observar lo que pasaba en el terreno de juego, por ello Santiago le dejó la otra, se subió y ya ambos pudieron disfrutar del enfrentamiento. 'Yo estaba viendo a Milito dar la vuelta a la cancha y mi amigo no llegaba, estaba saltando para asomarse. Entonces le presté una de mis muletas para que subiera. Yo siempre me subo para llegar”.

SU MADRE LUCHA POR CONSEGUIR UNA PRÓTESIS

La foto fue tomada por su madre, Sabrina Bonomo, quien lucha por conseguir una prótesis para el joven, pero que tras el cambio de gobierno y la burocracia parece haberse alejado ese sueño. “No es una prótesis que se coloca así nomás, es algo que lleva tiempo, hay que hacer una cirugía. Se demoraron mucho los turnos, cambió el gobierno y chau, quedamos en la nada”, dijo para el periódico 'El Argentino Zona Norte'.

Además, ella es también quien dio y continua dando a conocer a través de las redes sociales la historia de Santiago. También, cuenta como desde pequeño le han educado para que este problema no le superase. “El nació así y lo criamos en plan ‘arreglate solo’. Por ahora, y gracias a Dios, nunca fue de bajonearse (deprimirse), y no solo en el deporte, sino en el colegio, donde tiene un buen desempeño, salvo en inglés”.

En su familia, este problema es como otro 'defecto' que pueda tener un niño de su edad. “Una vez me preguntó por su problema y le expliqué sin rodeos, porque no tenemos secretos. Le dije que así como hay un compañero orejón, otro gordito y otro petiso, a él le toco nacer así. Aunque Santi no tiene ningún impedimento: anda en bici, a caballo, se tira de todos lados. Se lastimó unas cuantas veces pero se levanta y sigue”.

SU PROBLEMA NO LE IMPIDE JUGAR COMO UNO MÁS

Si cualquiera le ha visto jugar al fútbol, se pueden dar cuenta que no hacen falta dos piernas para hacerlo. Con la zurda, toca, regatea y la pega, además con mucha calidad. También como se puede observar, usa con clase las dos muletas y es hasta difícil robarle el balón.

Santiago juega en el equipo de su ciudad, el Club Unión de Del Viso. Para él, Milito es un ídolo, “Me gusta mucho, es mi gran ídolo, aunque me gustan todos los jugadores de Racing. Milito es un re jugador y me gusta todo lo que hace”.

La madre cuenta como durante los partidos, Santiago juega su propio partido con sus amigos dentro del estadio, cuando marcan gol va corriendo para ver quien ha marcado y continua con su particular encuentro. La vuelta final de Milito no quiso perdérselo y por ello se subió a la muleta.

“El otro chico es un amigo de cancha, juegan juntos pero nunca se llaman por sus nombres. Apenas se conocen, a ellos no les importa nada, viven su mundo y ni miran el partido, se la pasan jugando. Llega, se pone a jugar y no termina hasta que nos vamos. Cuando escucha un gol viene, me pregunta quien lo hizo y sigue jugando”.

HACE UNOS MESES CONOCIÓ A SUS ÍDOLOS

Por último, Santiago tuvo la suerte de conocer los jugadores de Racing la pretemporada pasada, pues estuvieron entrenando en su ciudad e incluso se fotografió con ellos.

“Tuvo la oportunidad de conocerlo el año pasado porque hicieron la pretemporada cerca de mi casa. Pudimos ir y entrar, miró el entrenamiento y todos los muchachos se sacaron una foto con él, le regalaron una camiseta firmada y Milito le dio sus botines. A partir de eso nos contactó Racing Integrado (parte del departamento social del club) y por eso no sacamos (pagamos) entrada para asistir”.