Barcelona, España.
Cristiano Ronaldo habría dado el visto bueno para que una de las personas que están tratando su lesión se pusiera en contacto con los servicios médicos del FC Barcelona para tener una segunda opinión, según informa el diario Sport.
“Cristiano está dispuesto a todo para solucionar su rotura de fibras… hasta el punto de aliarse con el enemigo” dice esta información.
Lo cierto es que Cristiano Ronaldo está que se sube por las paredes. Como una fiera enjaulada echando todo tipo de quejas contra el servicio médico por su última lesión, que le ha impedido jugar el encuentro de la ida de la Champions League frente al Manchester City y que amenaza seriamente su participación en la vuelta.
El delantero señala como principal responsable de esta situación al doctor Olmo y a su equipo, al que acusa de no ver con nitidez el daño en la musculatura después del partido ante el Villarreal así como el tratamiento aplicado en las horas y días posteriores.
Ronaldo ha llamado a la puerta de otra consulta con el objetivo de llegar a tiempo para el partido de vuelta de la Champions. Está muy complicado pero lo va a intentar. De hecho, a su regreso a Manchester se traslado hasta la Clínica Ruber para comenzar con el nuevo tratamiento.
Casualmente en ese centro trabajan el doctor Del Corral, ex jefe de los servicios médicos, y el fisioterapeuta Juan Muro, uno de los hombres de confianza del actual vestuario del Real Madrid, que fue despedido por Florentino Pérez para dar cabida al equipo del doctor Olmo. Además, Joaquín Juan, el recuperador de Pau Gasol, también toma parte en esta múltiple consulta.
