San Pedro Sula, Honduras.
¿Se decepcionó?
Hace unos años, Samuel Caballero fundó la Asociación de Futbolistas de Honduras (Afho) con la intención de abonar al futuro de las nuevas generaciones de futbolistas hondureños.
Sin embargo, el proyecto que ahora maneja Eduardo Sosa no despegó como pretendía. El exdefensor de la Selección Nacional, del Olimpia, Udinese de Italia y Chicago Fire de la MLS, entre otros, nos cuenta el porqué.
¿Por qué se hizo a un lado de la Afho, por las criticas o alguien se opuso?
El crear una asociación la gente lo ve como un sindicato, como un confrontamiento entre jugadores y dirigentes, y es todo lo contrario. Se trata de que el jugador se una y se organice de una forma profesional.
Las dos partes son importantes porque sin dirigentes no habría quien invierta en el fútbol y sin jugadores no habría fútbol.
¿Siente que fracasó?
No. Cuando se creó y trabajé para la Asociación no pensaba en mí, fue algo que me nació para apoyar al fútbol y al jugador, a los jóvenes que hoy en día sueñan con jugar, que no siga creciendo en esa incógnita de no conocer sus derechos. Van al TANF y salen perdiendo. El jugador debe darse cuenta que esta carrera es corta.
¿Qué obstáculos encontró?
Yo pensé que se iban a oponer más los dirigentes, pero al final no son ellos, sino los mismos jugadores, que dudan de la Asociación. No creen en este proyecto porque no ven resultados, pero cómo van a verlos si no apoyan. Cómo se puede apoyar a alguien que no respalda algo que es para él. Que me digan cuántas opciones de ayuda tienen los futbolistas hoy en día.
¿Dudaban de adónde iba a parar el dinero?
Sí, cosas como esas que adónde iba a parar el dinero, escuché comentarios de que yo utilicé la Asociación para generar dinero para mí. Cuando la comenzamos nadie dio un peso. Incluso fui a Costa Rica a prepararme para formar esto, todo con mi propio dinero. Aquí no se fijan en lo bueno, sino en tus defectos, cuáles son tus problemas, para criticarte.
Es triste porque no podemos salir adelante. Miren a Enrique Renau y otros futbolistas que han muerto y nadie les dio una mano. Allí está el técnico Rafael Paciencia Núñez, le dio tanto al fútbol y ahora qué le retribuye, está en el olvido total. Pero sí somos buenos para criticar a las personas que hacen cosas buenas para el fútbol. Por eso me hice a un lado, por las críticas.
 Samuel asegura que el fracaso se debe al jugador y no al dirigente.
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Muchas veces. Aun con compañeros que están dentro de la Asociación. He encontrado oposición dentro de la Junta Directiva. Les dije que ‘si para que esta Asociación funcione debo estar fuera, me aparto’. No lo hice para mí sino en las futuras generaciones y entre ellos pueden estar mis hijos, sobrinos, que sé yo.
El impuesto sobre la renta es una obligación, pero acá se le ve como un ‘impuesto de guerra’
Desde que yo jugué se ha pagado impuestos, ya sea por medio del club o uno mismo. Estoy de acuerdo con que un jugador que reciba beneficios pague impuestos. Nadie está exento. Si en el extranjero se pagan, por qué aquí debe ser la excepción.
¿Tiene la conciencia tranquila?
A nadie le debo, ni camino con guardaespaldas o carro blindado. No le debo nada a nadie. He hecho mi carrera de la mejor forma.
¿Qué le dice al futbolista?
Que se valore y piense en sí mismo, en el futuro, el fútbol y sus hijos.
Hablemos de Selección Nacional, ¿qué piensa del momento actual?
Le voy a hablar con toda sinceridad. Yo vi el mundial (Brasil 2014) pasado cuando perdimos los primeros dos partidos y antes del último escuché en los medios decir que Honduras tenía oportunidades de clasificar, dando falsas expectativas.
¿Esta Selección puede clasificar a la Hexagonal?
Como ha jugado, no. Pero puede que sí. Creo que aunque clasifique están reprobados y no es por desearle el mal, es la realidad. Si no nos enfocamos, vamos a seguir engañados.
¿Está de acuerdo con eso de que regrese la vieja camada a la Selección?
Volvemos al pasado. Muchos son importantes, pero nadie es vital. No es cuestión de individualidades, está allí el problema. Es cuestión de equipo. Podés tener cinco rencos, pero si se coordinan, van a jugar bien. Le falta compromiso y amor propio. La Selección no es de Maynor, Wilson, Thomas o Costly, es cuestión de equipo.
¿Le quedó a deber un mundial al fútbol?
Me faltó un mundial y me lamento.
Si pudiera retroceder el tiempo, ¿qué cambiaría?
Nada. No me arrepiento de nada. Todo es una enseñanza y un propósito. Soy feliz.
¿Cambiaría aquel beso a Cuauhtémoc Blanco?
Yo creo que sí, lo haría más intenso para que la gente lo disfrutara más. Si lo disfrutó cortito, ja ja ja.
