La Ceiba, Honduras.
Enrique Centeno Reneau, fallecido este domingo en La Ceiba, en la tierra se encontró con muchos ángeles que nunca lo dejaron solo, uno de esos fue su prometida Brenda Ramírez, una salvadoreña con la que el jugador compartió sus últimos dos años y con quien tenía la esperanza de reencontrarse.
Hace un año el jugador se despidió de su amada en Maryland, Estados Unidos y le explicó que quería regresar al país a terminar su curso de entrenador, además quería estar de cerca de sus hijos a los cuales no veía desde hacía cinco años.
'Era una persona muy recta, cuando fue a la Embajada Americana le preuntaron si había estado en Estados Unidos alguna vez y él les respondió que sí, que se había ido por tierra. Eso afectó para que le negaran la visa, me dijo que él no iba a ir con mentiras y si se la daban, tenía que sea diciendo la verdad', explicó Brenda un día antes del fatídico día en que recibiría la peor noticia de su vida, la muerte de su amado 'Kike', como ella le decía.
'Ayer me llamó y estaba muy afectado, me dijo que ya no aguantaba, que lo perdonara, que no quería ser negativo pero que creía que ya necesitaba descansar. En el día se había puesto mal porque la máquina se le había afectado, por eso hasta le costó llegar a La Ceiba cuando regresó de El Salvador', contó Brenda pocas horas antes del fallecimiento del exfutbolista.
Al momento en que se entablaba una segunda comunicación con ella, Brenda no sabía nada de la noticia, casi de forma paralela, la hemana de Reneau, Mildred le daba la puñalada a su corazón que desató el llanto en los presentes en el hogar Reneau-Ramírez, Kike había pasado a mejor vida, allá donde un día antes había prometido que la iba a esperar...
Brenda y Reneau tenía planes de casarse, ella estaba solicitando sus pepeles para venir a Honduras a contraer nupcias, se conocieron en El Salvador cuando el exfutbolista militó en el Luis Angel Firpo en 1996, se reencontraron hace dos años en Estados Unidos y habían planeado ampliar la familia.
