Tegucigalpa, Honduras.
El único incidente que se reportó en la gran final del fútbol hondureño fue por un aficionado del Olimpia, quien en las gradas del estadio Nacional estaba provocando a hinchas del Motagua, antes del inicio del partido.
El fanático de los merengues dedicó señas obscenas y ofendió a los seguidores de los azules. Al ver esto, un aficionado motagüense le soltó una patada al olimpista.
Luego tuvo que intervenir la Policía Nacional en las graderías para evitar que las cosas se salieran de control. Los agentes de la seguridad detuvieron al hincha y se lo llevaron.
Unos 900 elementos policiales brindaron la seguridad en el estadio Nacional y cumplieron con resguardar a los que asistieron.
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