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Rubilio Castillo se convirtió en la figura del campeón azul

  • 20 diciembre 2014 /

'Le doy gracias a Dios por el gol y por este título con Motagua', declaró un emocionado delantero ceibeño.

Tegucigalpa, Honduras.

Román Rubilio Castillo se sacó la frustración del torneo anterior en el que no pudo llegar lejos con los azules del Motagua al anotar la noche de este sábado el gol decisivo que le dio al Ciclón el título largamente esperado.

Castillo, quien había sido muy cuestionado por los propios seguidores del conjunto motagüense en sus inicios por la poca producción de goles -nada que ver cuando estaba en el Vida de La Ceiba-, se convirtió en el héroe de la gran final y de su equipo.

El atacante fue quien llevó más peligro para su club y justo antes de expirar el primer tiempo (minuto 44), anotó el gol que todo jugador sueña, el del título.

Antes, el Motagua se había puesto en ventaja por medio de Carlos 'Chino' Discua, pero la Real Sociedad no tardó en empatarlo a través de Juan Manuel Munguía y le puso dramatismo al duelo.

No contaban con que Rubilio Castillo llegaría a la carga para hacer felices a los motagüenses con un cabezazo certero entre los centrales del conjunto tocoeño; estos no supieron cuándo el incisivo jugador se suspendió en el aire y enderezó el cuello para dejar sin posibilidades al golero aceitero Sandro Cárcamo. Ahí se empezó a escribir la historia de Motagua y su copa 13.

Rubilio no lo podía creer: no paraba de celebrar, pues, aunque todavía faltaba todo el segundo tiempo, la alegría que emanaba de su rostro sonriente era como la premonición de que ese era el tanto el campeoanto.

El goleador seguramente podrá dormir tranquilo o no dormirá por la emoción después de vestirse de héroe.