Mainz, Alemania.
El Bayern Múnich cerró este viernes el año con una victoria a domicilio (1-2) ante un aguerrido Mainz gracias a un gol del holandés Arjen Robben en el minuto 89, con lo que logró batir dos récords de la Bundesliga, en partido de la 17ª y última jornada de la primera vuelta del campeonato alemán.
El equipo de Pep Guardiola encajó solo cuatro goles en la primera vuelta, rompiendo su anterior récord de siete de la temporada 2012/2013, con el que había batido la mejor marca que tenía el Stuttgart desde la campaña 2003/2004.
Con catorce victorias en 17 partidos y tres empates, el Bayern logró 45 de 51 puntos posibles para batir su propio récord de 44 puntos de la pasada temporada, cuando acabó ganando el título con siete jornadas de anticipación.
El Bayern, con nueve bajas, entre ellas las de Xabi Alonso y Robert Lewandowski, se enfrentó a un Mainz que tuvo que prescindir de siete jugadores potencialmente titulares. Al margen de ello, las estadísticas estaban todas a favor del Bayern y era de esperar que el Mainz intentara concentrarse en defender un posible empate.
No obstante, no ocurrió así. El Mainz tuvo un comienzo valiente y agresivo, marcando la salida del Bayern y poniéndole una gran intensidad a las luchas individuales por el balón
Pese a que el Bayern tuvo tres llegadas de cierta relevancia -dos de Franck Ribery, una de las cuales terminó con un remate al cuerpo del meta Steffan Karius y otra de Thomas Müller-, el Mainz también llegaba e incluso logró abrir el marcador.
El gol del Mainz lo marcó el colombiano Elkín Soto en el minuto 21, tras recibir un centro desde la banda derecha de Okazaki al segundo poste y rematar raso entre las piernas del meta Manuel Neuer.
El gol no fue fruto del azar, sino producto de un partido en el que al Bayern parecía faltarle la soltura acostumbrada ante un equipo que marcaba bien, mostraba un gran derroche físico y hasta se atrevía salir tocando de su propia área ante la presión adelantada del Bayern.
Sin embargo, la ventaja del Mainz no duró mucho. El empate llegó en el minuto 24 con un gran gol de falta de Bastian Schweinsteiger. El origen de la falta había estado en una lucha por un balón aéreo cerca del área entre Müller y Gonzalo Jara, en el que el chileno se apoyó con el codo en el cuerpo del jugador del Bayern.
Schweinsteiger disparó por encima de la barrera y el balón pegó en un poste, cerca de la escuadra, y se fue al fondo de la red. Karius no tuvo opción alguna de reaccionar.
Pasada la primera media hora la película del partido pareció cambiar un poco. El Bayern se hizo más dominante y empezó a hacer circular la pelota en la mitad del campo contrario ante un Maguncia que empezaba a replegarse.
Esa sensación se disipó al comienzo del segundo tiempo, cuando, después de haberse dado un respiro, el Mainz recuperó la intensidad, volvió a crearle problemas al Bayern y tuvo una ocasión enorme en los pies de Mali en el minuto 50 que Neuer frustró con una una gran parada.
El Bayern tenía la pelota, pero el Mainz mordía y contraatacaba con peligro y las llegadas del Bayern eran escasas. Cuando todo apuntaba a que el partido iba a terminar empatado, una pérdida de balón en el centro del campo del Maguncia dio origen a la jugada que le daría el triunfo al Bayern.
Franck Ribery le metió el balón a Juan Bernat, que ganó la raya de fondo para tirar un centro atrás que aprovechó Arjen Robben para marcar con la pierna derecha.
