El colombiano Mario Abadía comentó que en el juego de vuelta del repechaje a semifinales ante Motagua podría jugar infiltrado, debido a que recayó de un esguince de tobillo que lo viene aquejando desde hace algunas jornadas.
Abadía explica que, “era una lesión por la que debía parar,lamentablemente el tobillo se abrió, pero decidí no hacerlo porque era mi primera liguilla, quería estar, es que se había hecho un buen torneo y no quería perderme esta fiesta, espero que para el domingo con la medicina pueda estar o vamos a ver con el médico la posibilidad de infiltrar”, confesó.
Contó que lo sufrido en el Excélsior, que lo obligó a dejar el partido para el segundo tiempo, “fue una recaída, venía bien, pero me pegan una patada ahí, inmediatamente se inflaman el tobillo, el domingo espero estar”.
El cafetero sabe que es un riesgo y piensa evaluar otras posibilidades, “es que como digo yo, hay que jugarla toda, si llegamos pasemos, Dios quiera que se pueda ya miraremos otras opciones, sino pues sería el último partido y hay que dejarlo todo, por eso sentido yo me arriesgaría”.
Abadía sabe el riesgo que asume. “Es complicado, en el momento vas a sentir mejoría, pero el problema es que después vas a sentir recaída, pero hay que pensar que no tenemos nada, que hay que jugarnos la vida el día domingo”, repitió.
“Todos vieron la patada, sale en la imágenes la herida, pienso yo que es una falta de gravedad, no en el tobillo sino arriba en la rodilla, es otra cuestión. Los árbitros ven a veces lo que les conviene y no todo es responsabilidad del central”, explicó.
El colombiano está decidido a arriesgarse físicamente porque sabe que en Tegucigalpa, “hay que irse a jugar la vida, no tenemos más que ganar, no tenemos nada que defender, hay que salir a ganar”, finalizó.