La selección de Brasil dejó una imagen vergonzosa frente a Holanda, y no solo por la nueva humillante derrota por 0-3 con el que perdió el tercer lugar del Mundial-2014 en el estadio Mané Garrincha de Brasilia.
Una vez terminado el encuentro, los brasileños tuvo un feo gesto y algo antideportivo hacia los holandeses. Los de Scolari decidieron no quedarse a presenciar la entrega de premios como terceros del Mundial, pese a ser los anfitriones del campeonato.
Al parecer, la prioridad para la 'canarinha' era abandonar el estadio cuanto antes tras cosechar su segunda derrota consecutiva. Así se lo hizo saber Scolari a sus jugadores nada más terminar el partido. Entró en el terreno de juego y se los llevó.
Ese gesto ha provocado la reacción de los aficionados brasileños en las redes sociales, cargando con dureza contra los jugadores y cuerpo técnico, siendo este el tiro de gracia de la selección anfitriona del Mundial.