Bromista, sensato, tímido, veloz y leal al Platense como muy pocos, así es Edgard Anthony Álvarez (39 años), una leyenda viva en su natal Puerto Cortés, ciudad que hoy lo despide como futbolista frente al Olimpia (4:00 pm) tras 22 años de exitosa carrera en la que jugó un Mundial con Honduras en Sudáfrica 2010.
El ‘Expreso de Puerto Cortés’, exjugador de los clubes italianos Cagliari, Roma, Messina, Livorno, Pisa, Bari y Palermo, contó interioridades de su amistad con David Suazo y quien fue el más rápido entre ellos dos. Además militó en el Peñarol (Uruguay) y Dinamo Bucarest (Rumania).
Debuté con Platense a mis 16 años (1996), el profesor Alberto Domingo Romero (argentino) me dio la oportunidad. Yo inicié en Imdepor y luego pasé a fuerzas básicas. Luego se me dio la oportunidad en Platense y logré hacer buenos torneos. Incluso se me tomó en cuenta en procesos de selecciones menos. Con el tiempo me llegó el momento en la Selección adulta (2000) y eso me dio la posibilidad de jugar partidos internacionales, algo muy importante para poder mostrarse.
Eso ocurrió en 2002, estaba en Colombia por un partido amistoso con la Selección y me llamaron para ir a firmar con el Peñarol, Pablo Betancourt quien era mi representante y viajamos a Uruguay rápido y luego regresé a la concentración. Me fui bien con Peñarol, solamente estuve un año pero salimos campeones cuando yo llegué. Se comenzó a hablar de la posibilidad que saliera a Italia y al final se dio.
Llegué con 23 años al Cagliari (2003) y para eso hubo algo muy importante, antes de irme a Italia porque tuve la oportunidad de estar en Uruguay para adaptarme a un tipo de entrenamiento, clima y comidas que son similares. El modo de trabajar en esos países es totalmente diferente al que tenemos acá en Honduras, todo es al 100% y con un ritmo de muchos partidos.
Encontrarse con ese modo de trabajar al principio es difícil. A mí me costó mucho porque tenía muy arraigado el método de acá, pero después poco a poco me adapté. El ser humano se adapta a cualquier situación y ambiente. Le fui tomando gusto al ver que al entrenarme al ritmo de partido rendía más dentro de la cancha y ya adaptado lo disfruté mucho. El fútbol de Italia es muy bonito, hay buenos campos, estadios llenos, aficiones bastante fieles.
Estar en la primera división de Italia fue muy importante, cuando yo estaba niño lo miraba en el televisor de mi casa y luego estar allá, pues creo que fue un gran logro. Yo desde muy pequeño quise jugar en algún equipo de Europa. Esa era una de mis metas y lo logré.
La Roma me compró cuando estaba en el Cagliari y estuve primero por un año, ellos me cedieron a otros equipos y al final el Bari me compró. En el Bari creo que lo hice muy bien, creo que en Cagliari, Roma y Bari fue en los clubes que me sentí mucho mejor.
He perdido los números de teléfono de ellos, con el único que siempre hablo, incluso lo hice esta semana fue con Benito Rivas (argentino), estuvimos en el Bari y somos amigos. Pues con Totti teníamos buena relación y el resto del grupo en la Roma. Soy un jugador que no le gusta la polémica.
Hablamos muy poco porque al inicio Totti no sabía ni donde quedaba Honduras, pero si nos llevábamos bien. En ese momento habían otros grades jugadores en la Roma también, Philippe Mexès (francés), Rodrigo Taddei (brasileño), Vincenzo Montella, Christian Panucci, Alberto Aquilani, Daniele De Rossi y Simone Perrotta (italianos). Yo al inicio me asusté cuando llegué porque solo había estado en el Cagliari y luego pasar a esa Roma para que si fue impresionante por la constelación de estrellas que tenía. Su recibimiento conmigo fue buena.
Los primeros seis meses en Italia los viví en casa de David Suazo y su esposa (Elisa Secchi, italiana), a quien también le tengo mucho aprecio. Él me hablaba español y no aprendí nada de italiano. Luego en los otros equipos tenía muchos amigos latinos también. Me costó la verdad y tardé unos dos años y medio para aprenderlo.
El Rey David así como le dice el profe (Chelato) Uclés. Él es una persona que yo admiro bastante porque fue buen jugador y todo un caballero. Alguien muy serio y que le trasmite confianza. David siempre me aconsejaba y no puedo perder la comunicación con una persona que me ayudó tanto y aparte lo admiro y estimo.
En distancias cortas yo era más rápido que David, pero si hablamos de carreras a larga distancia era él por su grandes piernas como se avestrus (risas).
Hay que ver su recorrido como futbolista, la mayor parte de su carrera la hizo en Europa y sacó su título de técnico allá. Es una persona super preparada y que jugó al alto nivel. Yo creo que él puede aportar mucho como técnico a la
Mosca, que después fue Mosky, ese me lo puso Rambo (Julio César de León) porque en los entramientos andaba por todos lados molestando a uno y otro compañero. El ‘Expreso’ me lo puso por veloz el periodista Orlando Ponce Morazán.