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Boniek García abre su corazón y muestra su espíritu solidario

  • 12 febrero 2018 /

El exfutbolista del Olimpia también habla de su actualidad en el equipo de la mls. ¿Se retirará allí? también nos asegura haber pasado la hoja con el tema Pinto.

    Houston, Texas

    Hace muchos años, Boniek García entendió un principio: detrás del futbolista debe haber un ser humano dispuesto a compartir sus bendiciones con los más necesitados. Desde entonces, el volante hondureño del Houston Dynamo de la MLS lo aplica junto con su familia.

    El mundialista en Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 realiza la labor de recaudar fondos, ropa y otros enseres para ayudar a personas de escasos recursos en Honduras. También es un voluntario constante en las actividades altruistas de la Fundación Dynamo Charities, tareas en las que también se involucran Ivania, su esposa; Boniek José, Jaden Boniek y Lourdes Ivania, sus hijos.

    El futbolista capitalino (de 33 años) y su familia siempre sacan tiempo para llevar alegría al prójimo, ya sea en una sala de hospital, en escuelas modestas o en los sectores más humildes del país. Por sus acciones se han ganado el respeto y la admiración de muchos, especialmente en Houston.

    Esta idea nació a su llegada a la ciudad espacial (donde radica desde hace seis años) gracias a un excompañero de Selección Nacional, ha estado a punto de convertirse en una fundación, algo que el exjugador de Olimpia y Marathón no descarta en un futuro próximo.

    “Esto inicio por Víctor Muma Bernárdez; cuando recién vine a Houston y él estaba en el San José (Earthquakes). Me tocó ir de vacaciones a Honduras y me dijo que tenía una iniciativa de ir a visitar a los niños con cáncer, me invitó a que les lleváramos regalos. Le dije que estaba bien y nos pusimos de acuerdo. Fui y me empezó a gustar.

    Es bueno darle al prójimo, al que más necesita, un poco de aliento para que puedan salir adelante durante una enfermedad. He seguido así año tras año, obviamente con ayuda de ciertas personas”, nos cuenta.

    El jugador hondureño del Houston cuando viene a su país visita a los niños en los hospitales y les lleva ayuda.

    ¿Hasta dónde piensa llegar con esta iniciativa?

    Hace como dos años alguien que estaba acá en Houston me dijo que sería bueno hacer una fundación para que la gente se acercara y donara cosas; lamentablemente esa persona salió del equipo y no pudimos seguir con esa idea.

    Pero mientras sigamos acá y la gente nos apoye donando cosas para llevar a Honduras, seguiremos aportando.

    ¿Una fundación? Eso requiere de más…

    Eso requiere de mayor conocimiento y tiempo.

    Alguna vez, durante una de esas visitas a las salas de hospitales, se conmovió hasta las lágrimas.

    Sí, principalmente en el Hospital Escuela. Me han conmovido muchos niños y los familiares que están allí desvelados. Recuerdo que el año antepasado fuimos y estaba un jovencito casi agonizando, el papá se me acercó y me dijo que su hijo me quería conocer porque era aficionado olimpista. Mi esposa consiguió su número de teléfono y lo fuimos a visitar, nos tomamos fotos con él y estaba muy alegre; al día siguiente falleció, eso me rompió el corazón. Gracias a Dios tuvimos un momento para compartir con él y su papá.

    Es este el legado que les quiere dejar a sus hijos.

    Claro, que ellos vean lo que uno genera a partir de eso, que aprendan a socializarse, a acercarse a los que más necesitan, porque por más que llegues a tener o no, siempre hay que darle al prójimo.

    Ivania, su esposa, también está involucrada en esto.

    Ella siempre ha estado bien metida en esto, si alguien necesita ayuda y ella puede hacerlo, lo hace. Después del huracán Harvey (azotó a Houston entre agosto y noviembre de 2017) yo no estaba aquí, ella se quedo sola con los niños, aun así se atrevió y fue a aportar su granito de arena.

    ¿Qué cosas no conocemos sobre Boniek?

    Soy bien hogareño, me gusta estar con mi familia, más que todo eso.

    Viniendo de una familia futbolera le gustaría que los gemelos también siguieran esa carrera.

    Je, ellos desde que estaban en la panza de la mamá ya pateaban, sería difícil decirles que no porque desde que se levantan están con una pelota, es una ley que lo van a ser.

    Boniek llegó al Houston Dynamo en junio de 2012.

    Boniek y su actualidad.

    Después de seis años en Houston, ¿cree que podría ser esta su última temporada en el Dynamo?

    No, no pienso eso. Si se me brindo la oportunidad de continuar otro año acá, independiente de que el año pasado casi no tuve participación por X razones, ya sea por ir a la Selección o las lesiones, y aún así se me dio la oportunidad de seguir, es porque tienen el interés de que siga brindando mi experiencia, que siga jugando. Si hago un gran torneo aquí, voy a seguir.

    Mantiene el plan de retiro en el Dynamo o ha pensado en una opción B, volver a Olimpia.

    En mi mente sigue la idea de continuar en el Houston Dynamo, llevo seis años aquí y pienso seguir hasta donde las piernas aguanten, sino ya veremos si se presenta la oportunidad de ir a Olimpia a los 38 años (risas).

    ¿Ha pensado Boniek qué sigue después del fútbol?

    No, por el momento sigo disfrutando el día a día.

    Después de dos mundiales, varios títulos en Honduras y uno de conferencia en la MLS lo único que le negó el fútbol fue jugar en Europa…

    Fue el sueño que más anhelaba, no se presentó por cierta razón. Dios quiso que viniera aquí y estoy agradecido con eso.

    ¿Cuál es el mejor consejo que les puede dar a los jugadores jóvenes?

    Que si tienen sueños que se atrevan a cumplirlos, que no se den por vencidos por más que alguien les diga que no tienen la capacidad, siempre hay que insistir. Yo tuve una experiencia cuando estuve en la Sub-17 de Honduras, no voy a mencionar el nombre, pero sé que cuando lea esto sabrá. Estaba allí y se me acercó, yo en aquel tiempo era una papadita, más delgadito, y me dijo “con ese cuerpecito no vas a llegar largo ni vas a poder estar aquí”. Yo le dije “ok”. Después me lo encontré en el equipo y me quedó viendo. Yo siempre he sido muy respetuoso, así que lo saludaba. “Aquí estoy donde no me querían ver”, me dije. Por eso hay que seguir nuestros sueños, por más que te digan que no puedes.

    El futbolista enseña y se divierte con los niños.

    Sudáfrica, su espinita

    En la eliminatoria para el Mundial de 2010 fue un constante en el esquema de Reinaldo Rueda, pero durante la justa, el colombiano simplemente no lo utilizó, ese es quizás uno de los recuerdos más amargos que conserva Boniek. Sin embargo, el capitalino asegura no tener ningún resentimiento contra el actual DT de Chile. “El no jugar me dejó esa espinita. Sé que pude haber jugado unos minutos, pero no se me dio la oportunidad. Eso me dolió, pero no quedé resentido con el profe (Rueda) porque fue un técnico que desde que llegó en 2007 me dio continuidad, lastimosamente en el mundial quedó esa espinita”, reveló.

    La historia cambió en Brasil 2014 con Luis Suárez al mando. “Se presentó la oportunidad, gracias a Dios, de debutar. Es un sueño que venía anhelando desde pequeño. Allí no se dieron las cosas como hubiésemos querido, que era clasificar a la siguiente ronda”.

    Pinto, caso cerrado

    Boniek no quiere que se gaste más tinta para crear polémica por su relación con Jorge Luis Pinto, exseleccionador de Honduras.

    El del Dynamo ya pasó la hoja sobre el tema. (Suspira largo) “Ese es un tema que ya lo quiero cerrar completamente. La verdad que sí se me irrespetó o no por X razón, ya se lo dejo al él. Ya es caso cerrado”.