23/04/2024
12:01 AM

Kevin Hernández: 'No podía salir ni al supermercado con mi esposa'

El portero ha podido superar duros golpes y terminó el 2017 festejando el título.

San Pedro Sula, Honduras.

El portero Kevin Hernández ha demostrado que en la vida no hay nada imposible y que en todo se puede salir adelante pese a las adversidades.

El guardameta cerró 2017 con un título a pesar de haber pasado momentos duros con la afición que pedía su salida, y luego con la muerte de su madre Argentina Hernández Kirckonnell. El arquero de los colochos cuenta que “no podía ni salir al supermercado” con su familia porque la gente lo insultaba.

En los juegos no podía ni concentrarse porque la misma afición del equipo le gritaba: “Kevin, andata del equipo”.

Pese a todo ello, Hernández reconoce que hubo acontecimientos que cambiaron el rumbo de una carrera que parecía que acabaría. Primero la confianza del entrenador Martín García, luego las palabras de Jorge Luis Pinto y posteriormente la promesa que le hizo a su madre luego de que esta le dijera que “debía luchar hasta el final.

¿Qué de diferente ha hecho Tato con usted?

Conmigo habló y me dijo que no le hiciera caso a todas las críticas que me atacaban. Me dijo que confiaba plenamente en mí y que yo terminaría jugando el torneo, que debía divertirme. También me ayudó ir a la Selección para ganar experiencia y para olvidarme de los problemas que estaba pasando en el equipo con la afición que me atacaba mucho.

¿Pinto habló con usted en Australia?

Sí, me dijo que me convocaba porque tenía las condiciones, que no le hiciera caso a las críticas, que miraba en mí mucha capacidad y muchas ganas de salir adelante.

¿Cómo le hace un jugador para contenerse ante tantos ataques?

Me afectó un poco, como todo jugador no quería cometer errores, pero son cosas que pasan. Estoy contento por el buen nivel que paso, espero mantenerlo, sabemos que no será fácil, confiamos en Dios que todo saldrá de buena manera.

¿Es cierto que no podía ni salir?

No podía salir ni con mi esposa al supermercado, no podía ir a ningún centro comercial. Son momentos duros, mi mujer me decía: “Kevin, ya no vayás, no soporto verte sufriendo...”, fueron etapas muy duras, pero yo le decía: “Amor, yo le prometí algo a mi mamá y le tengo que cumplir”. Siento que eso me ayudó para quedar campeón.

¿Qué sintió cuando la afición que antes lo criticaba lo había ovacionado luego de la muerte de su madre?

Son cosas que pasan, mostraron la parte humanitaria porque perder a una madre no es fácil. Valoraron el esfuerzo que hice. El martes que enterré a mi mamá, ese mismo día me vine a San Pedro Sula y me puse a disposición del cuerpo técnico. Siento que por eso me ovacionaron, vieron que a pesar del momento que pasaba no dejaba tirado al equipo.

¿Y cómo valora lo que dice la mayoría de sus compañeros de que el título iba dedicado a su madre?

Ellos saben que perder una madre es duro, el que ha pasado sabe lo que uno pasa. Cuando llegué me abrazaron, cuando iba al partido iba llorando porque iba pensando que debía cumplirle la promesa de ser campeón a mi madre. Eso les dio tristeza, pero al mismo tiempo gallardía para seguir mejorando en cada partido hasta llegar al título.

El 2017 no había sido su año porque hasta en el Clausura 2016-17 había sido banqueado por el tercer portero?

Sí, me tocó ver muchas cosas. Casi no jugaba, pero al final en diciembre terminé como me lo había propuesto, con un título prometido a Dios a mi madre que tanto se lo merecía.

¿Tuvo problemas con Primitivo?

No, más bien siempre fue una persona que me motivó. Él fue una de las personas por las que vine a la institución, cuando yo vine por primera vez, estaba en el equipo y dijo que como fuera debían firmarme. Con él estoy agradecido.

Regresando un poco a la final. En ese tiro libre del Chino Discua en el primer tiempo y que usted atrapa de gran forma... ¿qué pasó por su mente?

Desde que estábamos concentrados para los juegos contra Marathón vi video de sus delanteros con el fútbol aéreo, luego contra Motagua me fijé que el Chino había metido tres goles de tiro libre y todos al palo del portero, era su característica; así que en el momento que iba para el partido iba viendo sus videos y me dije: “si le queda una intentará mandarla a mi palo” porque lo ha hecho en varias finales, y por eso en ningún momento intenté moverme y por eso gracias a Dios reaccioné de gran manera.

¿Hubo un momento en que creyó que se les escapaba la copa?

No, porque siempre escuché las palabras de mi madre que me decía que luchara hasta el final. Que nunca me diera por vencido, antes de morir me lo dijo. Nunca perdí la fe.

¿Qué representa Real España para usted?

Ya es parte de mi vida. Tengo ocho años aquí, siento que he crecido aquí sin olvidar de donde empecé y por eso siempre hay agradecimiento por el Victoria, que lamentablemente está en segunda división, pero nunca pierdo la fe de que pueda ascender.

Su reflexión para aquel aficionado que no mide sus palabras y se lleva de encuentro a los jugadores...

Sabemos que tienen problemas en su casa y por eso se las desquitan con los jugadores. No critiquen a los jugadores porque no saben cómo entrena uno o si algunos jugadores comen, si les pagan. No saben qué tipos de problemas tienen con sus familias. Es difícil escuchar a todos en el estadio: “No Kevin, ya salite del equipo”... no solo a mí. Hay que tener un poco de prudencia.