La Ceiba, Honduras.
'Hemos hecho maratones, fiestas bailables, fiestas ejecutivas y el apoyo de mucha gente con una aportación de 100, 200, 300, mil y 5 mil lempiras mensuales', explicó el directivo Carlos Escobar.
Con venta de barbacoas, refrescos, rifas y la aportación de aficionados y empresarios sobrevive el Victoria en la Segunda División del fútbol hondureño. Pese a la crisis el club ceibeño paga una plantel mensual de 400 mil lempiras por concepto de salarios a técnicos, jugadores y personal administrativo.
Los jaibos se mantienen en el tercer lugar de la tabla general de colocaciones con 17 puntos, tras su triunfo 3-0 el miércoles anterior ante el banjamín Cardva.
En la cancha sede viven nueve jugadores originarios de diferentes zonas aledañas a La Ceiba. Eventualmente varios aficionados llegan con proviciones de comida para su alimentación, mientras que doña María lava la ropa.
Victoria perdió la categoría en el Torneo Clausura anterior a raíz de su mediocre campaña, incluso varios jugadores y técnicos entablaron demandas por incumplimiento de contrato en el TNAF, de hecho fue el último equipo en inscribirse en la liga de 'plata' porque no tenía la garantía bancaria.
'Hicimos un préstamo en una agencia bancaria para pagar pretemporada, ahora estamos esperando el patrocinio de la empresa leyde y el aporte de la Municipalidad para cancelar el mes de septiembre que le adeudamos al plantel y cuerpo técnico. Los sábados vendemos barbacoas, refrescos y cervezas para agenciarnos fondos', reiteró Escobar.
