Luego de un año fuera de la alfombra roja, Megan Fox (26) reapareció este domingo en los premios Globos de Oro y cautivó a todos con su belleza. La actriz luce espectacular cuatro meses después de haber dado a luz a su primer hijo, Noah Shannon Green.
La protagonista de Transformers brilló junto a su esposo Brian Austin Green en un Dolce&Gabbana color piel y reveló que su única arma para recuperar la figura tras el embarazo ha sido el ejercicio. Megan volvió a lucir su cuerpo en la portada de febrero de la revista Esquire.
La publicación adelantó la imagen en su edición de Internet y expuso las primeras líneas de la entrevista que saldrá a la venta la próxima semana. En la conversación con Esquire, Fox se refiere en profundidad a su carrera en Hollywood y a su vida como una de las mujeres más atractivas de Hollywood. Admite que quiso ser como Marilyn Monroe, al punto que se hizo un tatuaje de la musa, pero que se lo borrará.
La actriz le explica a la revista que leyó sobre la “vida difícil” de Monroe cuando “todo ese potencial del mundo” se fue por la borda. Monroe, dice, “no era de confiar” y “prácticamente no era asegurable”. Se atrevió a ir más allá y comparó a la difunta estrella con Lindsay Lohan. Afirmó: “No estoy interesada en seguir esos pasos”. Ahora dice que admira a Ava Gardner, quien “era directa”, decía lo que pensaba y “tenía poder”.
Ama la maternidad
Megan hace unos días fue invitada al programa The tonight show de Jay Leno, que no paró de reír con las historias de la nueva maternidad de su impresionante invitada. “Me encanta ser madre. Es lo mejor que me ha pasado. Estoy muy contenta”, afirmó la joven.
También admitió que cuidar de un bebé no es tan sencillo como ella esperaba. Al principio intentó dedicarse enteramente a él sin ningún tipo de ayuda. Pero este sistema no les ha funcionado y han contratado a una niñera dos noches a la semana.
“Tener un niño es difícil. Es mucho trabajo y en un principio no contraté a nadie porque sobreestimé mis capacidades. No sabía lo difíciles que son los bebés y Brian y yo estábamos agotados. Le dije a Brian ‘tenemos que conseguir una niñera o nos vamos a tener que divorciar o acabar matándonos’”.
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