En su investigación periodística sobre experimentos ilegales con humanos, el reportero Eddie Brock (Tom Hardy) se ve envuelto en el caos cuando un ser extraterrestre logra meterse en su mente y cuerpo.
Es así como deberá combatirse a sí mismo, en una pelea entre el bien y el mal que pondrá en peligro a la humanidad con sus oscuros poderes. Venom, dirigida por Ruben Fleischer, llega hoy a los cines. Se trata de la adaptación fílmica de este simbionte de Marvel, habitual enemigo de Spider-Man, violento y despiadado.
Para Hardy, llevar a la pantalla esta dualidad fue un reto demandante, pero también disfrutable.“Hubo una gran gama de interpretación dentro de la dinámica psicológica. Me pareció fascinante que hubiera varias personalidades: un personaje es humano y el otro es un extraterrestre. Tengo que actuar con una criatura de más de dos metros y Eddie Brock tiene que arreglárselas porque ese alienígena vive dentro de él.
Los dos están unidos en uno”, compartió Hardy.
“Es un poco cómico porque la mayoría de las personas no van a creer que haya un extraterrestre en su interior, sobre todo Eddie, quien se enorgullece de ser un periodista de investigación. De cierto modo, debe enfrentar el lado oscuro de su propia personalidad que el simbionte pone de manifiesto”, añadió el actor.