Roma, Italia.
Preparar tu propia pizza no es muy complicado. Te damos esta receta italiana para hacer una pizza para 4 personas. Eso sí, hazla en compañía de un adulto, porque con el horno te puedes quemar.
Ingredientes: 12,5 gramos de levadura, 125 mililitros de agua, 250 gramos de harina, y cinco gramos de sal
Preparación:
Antes de comenzar, debes encender el horno, precalentándolo a 220 grados.
Disuelve los 12,5 gramos de levadura en 125 mililitros (o gramos, es lo mismo en el caso del agua) de agua.
Pasa los 250 gramos de harina por un colador. En una fuente mezcla la harina con cinco gramos de sal.
Haz con la harina una montaña, forma un pozo en el centro y echa dentro la levadura disuelta en agua.
Amasa rápidamente hasta que se forme una masa suave, tan elástica como para que la puedas estirar en todas las direcciones sin que se rompa.
Forma ahora con la masa una especie de pan circular, grabando una cruz en la parte superior. Vuelve a colocar la masa en la fuente, tápala con un repasador y déjala reposar por tres horas. ¡En ese tiempo, la masa comienza a levantarse, a crecer! Es el efecto de la levadura.
Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, espolvorea harina sobre una mesa y coloca la masa sobre ella. Aplástala primero con las manos y luego estírala con un palo de amasar hasta darle una forma redonda del grosor de un dedo. Déjala un poco más gruesa en los bordes que en el centro.
Coloca la masa sobre una bandeja redonda, con un poco de aceite para que no se quede pegada.
Ahora llega el momento creativo: coloca sobre la masa los ingredientes que más te gusten, desde la clásica salsa de tomate y el queso mozzarella hasta trozos de piña.
Coloca la pizza en el horno y déjala unos 20 minutos, hasta que los bordes comiencen a tomar un color ligeramente tostado.
¡Buen provecho!
Preparar tu propia pizza no es muy complicado. Te damos esta receta italiana para hacer una pizza para 4 personas. Eso sí, hazla en compañía de un adulto, porque con el horno te puedes quemar.
Ingredientes: 12,5 gramos de levadura, 125 mililitros de agua, 250 gramos de harina, y cinco gramos de sal
Preparación:
Antes de comenzar, debes encender el horno, precalentándolo a 220 grados.
Disuelve los 12,5 gramos de levadura en 125 mililitros (o gramos, es lo mismo en el caso del agua) de agua.
Pasa los 250 gramos de harina por un colador. En una fuente mezcla la harina con cinco gramos de sal.
Haz con la harina una montaña, forma un pozo en el centro y echa dentro la levadura disuelta en agua.
Amasa rápidamente hasta que se forme una masa suave, tan elástica como para que la puedas estirar en todas las direcciones sin que se rompa.
Forma ahora con la masa una especie de pan circular, grabando una cruz en la parte superior. Vuelve a colocar la masa en la fuente, tápala con un repasador y déjala reposar por tres horas. ¡En ese tiempo, la masa comienza a levantarse, a crecer! Es el efecto de la levadura.
Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, espolvorea harina sobre una mesa y coloca la masa sobre ella. Aplástala primero con las manos y luego estírala con un palo de amasar hasta darle una forma redonda del grosor de un dedo. Déjala un poco más gruesa en los bordes que en el centro.
Coloca la masa sobre una bandeja redonda, con un poco de aceite para que no se quede pegada.
Ahora llega el momento creativo: coloca sobre la masa los ingredientes que más te gusten, desde la clásica salsa de tomate y el queso mozzarella hasta trozos de piña.
Coloca la pizza en el horno y déjala unos 20 minutos, hasta que los bordes comiencen a tomar un color ligeramente tostado.
¡Buen provecho!
