Alemania.
La alemana María Barz tiene un pasatiempo muy especial: teje suéteres y medias con la lana de su perro 'Teddy'. Para ello utiliza una rueca, como las que se empleaban antiguamente para hilar fibras.
Para tejer un calcetín, Barz necesita alrededor de 100 gramos de pelo de 'Teddy', un perro de la raza Eurasier, que se caracteriza por su abundante pelaje. «La lana de perro es liviana como una pluma», cuenta Barz, quien dice no entender a la gente que rechaza ponerse prendas de lana de perro.
En su opinión, la lana de perro 'es especialmente suave y calentita', por lo que es muy agradable de llevar. Su sobrino y sus amigos, que conducen motos, todos usan medias de lana de perro, cuenta Barz. Según ella, estos calcetines calientan los pies pero evitan que éstos suden.
La alemana María Barz tiene un pasatiempo muy especial: teje suéteres y medias con la lana de su perro 'Teddy'. Para ello utiliza una rueca, como las que se empleaban antiguamente para hilar fibras.
Para tejer un calcetín, Barz necesita alrededor de 100 gramos de pelo de 'Teddy', un perro de la raza Eurasier, que se caracteriza por su abundante pelaje. «La lana de perro es liviana como una pluma», cuenta Barz, quien dice no entender a la gente que rechaza ponerse prendas de lana de perro.
En su opinión, la lana de perro 'es especialmente suave y calentita', por lo que es muy agradable de llevar. Su sobrino y sus amigos, que conducen motos, todos usan medias de lana de perro, cuenta Barz. Según ella, estos calcetines calientan los pies pero evitan que éstos suden.