¡Prepara tu calabaza!

Sigue este paso a paso y muestra tu creatividad en Halloween.

  • 30 oct 2014

Tu calabaza debe ser tétrica. Con dientes chuecos, una sonrisa malvada y ojos amenazadores. Cuánto más horrorosa sea la cara de la calabaza de Halloween, tanto mejor. Aquí te explicamos cómo prepararla.

Necesitas, claro, una gran calabaza. Y un cuchillo filoso, una cuchara de sopa y un marcador. ¡Déjate ayudar por un adulto, para que no te vayas a lastimar!

Antes que nada hay que limpiar la calabaza, por ejemplo de la tierra que puede estar adherida a su cáscara.

Para comenzar a recortar la cara, lo mejor es colocar la calabaza sobre una mesa, encima de papel de periódico. Primero que nada le debes recortar a la calabaza una tapa redonda y sacarla. Fíjate que tenga el tamaño suficiente como para que puedas por el orificio introducir la mano con la cuchara para escarbar las semillas y la parte blanda que tienes que quitar. Cuanto mejor lo ahueques, tanto más te va a durar la calabaza sin pudrirse.

Conviene recortar la tapa con un borde levemente inclinado, que llegue más abajo en su borde externo. Así evitarás luego que la tapa se deslice hacia adentro.

Ahora viene lo más difícil: ¿qué cara quieres que tenga tu calabaza? Si no lo sabes con certeza, dibuja primero distintos modelos sobre un papel. Elige luego la cara que más te guste. Con el marcador dibuja sobre ella la boca sonriente con dos dientes, los ojos y la nariz en forma triangular.

Recorta luego las partes correspondientes a los huecos con cuidado con el cuchillo. Conviene comenzar por los ojos o la nariz, es decir, las partes más pequeñas. Y apenas al final recortas la bocaza. La calabaza se mantiene más estable con los cortes pequeños. Si cortas después de haberle abierto la boca, corres el riesgo de que se te quiebre una parte del rostro.

Si quieres, puedes pinchar las mejillas de tu calabaza para hacerle pecas. O también tomar dos trozos de papa y encajarlos montados sobre escarbadientes como orejas.

Ya casi terminaste. Sólo falta la luz. Lo mejor son esas pequeñas velas en recipientes de aluminio que se utilizan para calentar la tetera o también a veces para iluminar mesas y platos en Navidad. Tiene que ser siempre una vela no muy alta, para que no se queme la tapa y para que la luz salga a la altura de los orificios de la cara. Y ten mucho cuidado para que no te quemes. ¡Déjate ayudar por un adulto si tienes alguna duda!

La colocas encendida dentro de la calabaza y le pones la tapa. No te olvides de sacarle una foto. En unos días suele comenzar a enmohecerse la calabaza, ahí pierde todo su poder terrorífico.