Conoce la historia de los hermanos Wilbur y Orville Wright. Era una idea fija que no podían quitarse de la cabeza. '¡Queremos volar!', decían los hermanos Wilbur y Orville Wright en tiempos en que esto era un privilegio exclusivo de los pájaros. 'Se lo propusieron desde que eran niños', dice la experta Sarahanne Blake. De esto hace unos 120 años. En esa época volar sonaba como una locura.
Una y otra vez, los hermanos, que eran de Estados Unidos, se dieron de narices con su plan de levantar vuelo. Sufrieron muchos fracasos, pero no abandonaron. Los aviones a motor, que pueden despegar y volar por sí mismos, no habían sido inventados aún. Pero precisamente eso buscaban inventar Orville y Wilbur. Leían cuanto libro encontraban del tema, observaban con atención el vuelo de las aves y seguían atentamente experimentos emprendidos por otros pioneros de la aviación.
Así supieron también que era una aventura peligrosa. El alemán Otto Lilienthal murió en 1896 al precipitarse a tierra con su planeador. Wilbur tenía entonces 29 años, Orville estaba por cumplir 25. Fue un duro golpe, pero también una lección: entendieron qué había fallado en el avión de Lilienthal y tres años más tarde comenzaron a construir su primer avión propio, un planeador biplano (de alas dobles).
Llevaron su avión a la costa este de Estados Unidos, cerca de la pequeña ciudad de Kitty Hawk, donde soplaban fuertes vientos. Durante varias semanas hicieron pruebas de vuelo con el planeador, pero inicialmente sin tripularlo.
Un año después volvieron con un planeador nuevo, más grande. Pero los intentos de hacerlo volar no fueron exitosos. 'Los dos hermanos estaban frustrados y decepcionados', explica Sarahanne Blake, que trabaja de guía en el parque histórico construido en torno al sitio en el que los hermanos hicieron sus pruebas de vuelo.
Parece que Wilbur le llegó a decir a su hermano: 'Los seres humanos no podrán volar ni en mil años'. Pero una hermana de ellos, Katharine, los animó a continuar. De esta forma, Wilbur y Orville volvieron a los experimentos aeronáuticos.
Construyeron un nuevo planeador, es decir, un avión sin motor. Más de mil veces arrastraron la pesada máquina a la cumbre de una colina en Kitty Hawk para volar planeando con el viento ladera abajo.
Pero siempre había algo que fallaba. Los hermanos Wright mejoraron detalle por detalle, hasta que finalmente desarrollaron un avión que les permitía deslizarse por los aires de forma relativamente segura. Pero siempre sin motor ni hélice. Construir un motor fuerte, pero a la vez no demasiado pesado, fue uno de los grandes desafíos que enfrentaron.
Finalmente lo lograron: El 17 de diciembre de 1903 realizaron su primer vuelo con un avión a motor, que despegó del suelo por 12 segundos hasta una altura de tres metros para recorrer 36 metros con Orville como piloto. Wilbur logró el mismo día hacer un vuelo un poco más largo: ¡260 metros!
No es seguro que los hermanos Wright hayan sido los primeros en hacer un vuelo controlado con un avión a motor, como proclamaron ellos. Pero lo que es cierto es que lograron su objetivo: ¡volar!.
Una moneda decidió quién iba a volar primero
¿Quién iba a ser el primero en poder volar en el avión diseñado por los hermanos Wilbur y Orville Wright? Una típica discusión de hermanos. La saldaron lanzando una moneda al aire: ganó Wilbur, pero su despegue fracasó.
A los pocos días lo volvieron a intentar. Esta vez le tocaba a Orville. Y funcionó. Fueron doce segundos de vuelo. Era el 17 de diciembre de 1903. Ese mismo día hicieron otros tres vuelos, turnándose como pilotos. En el último alcanzó Wilbur a recorrer en el aire una distancia mayor que su hermano: 260 metros. Pero el avión quedó destrozado luego por un golpe de viento que lo precipitó a tierra.
¿Sabías que...? - Las alas de los aviones imitan a las aves
¿Sabías que los aviones se sostienen en el aire por la forma de sus alas? Las alas de los aviones tienen una forma especial. La parte superior de las mismas es ligeramente curva. De este modo el aire que pasa por encima del ala debe avanzar a velocidad mayor que el de debajo del ala para llegar a reencontrarse al final.
Esto genera lo que se llama sustentación: el aire más veloz ejerce menos presión. Al presionar más el aire debajo del ala, se sostiene el avión en el aire. Pero la diferencia tiene que ser suficientemente grande como para superar la atracción de la fuerza de gravedad. Por eso es que los aviones tienen que acelerar mucho en el despegue.
La forma de las alas de los aviones imita la de las alas de las aves. Pero los diferencia la fuerza propulsora. En el caso de los pájaros consiste en el batir de las alas. Los aviones, en cambio, se impulsan por la rotación de las hélices o la retropropulsión de las turbinas. Algunos pioneros de la aviación intentaron imitar el aleteo de las aves. Pero finalmente resultó más sencillo construir los motores que hasta hoy permiten despegar a los aviones.