Redacción.
Cansada de no encontrar juguetes con los que sus hijas se sintieran físicamente identificadas, la estilista congolesa Mushiya Tshikuka decidió diseñar sus propias muñecas.
Así surgió la línea My Natural Doll, cuya particularidad, además del color de piel, es la cabellera oscura y rizada que caracteriza a la mayoría de las personas de raza negra.
Consciente de que las niñas a menudo buscan identificación en sus juguetes, Tshikuka estaba determinada a que sus hijas no acabaran conflictuadas. 'Me rehusé a que jugaran con muñecas blancas porque no quería que perdieran la confianza que tanto trabajo me costó construir.
'Porque, miren, mis niñas nacieron con una cabeza llena de rulos, así que ¿dónde estaba una muñeca así como ellas? Cada muñeca negra que veía, tenía el pelo lacio, sintético o era calva.
Cada Navidad era lo mismo, así que acababa comprándoles un libro', explicó la congolesa en su cuenta de Instagram.
Finalmente, Tshikuka tomó el asunto en sus manos y se puso a diseñar un juguete que celebrara en grande la belleza de su raza, por lo que utilizó cabello virgen natural.
Eso permite que las niñas lo puedan cepillar, trenzar, torcer y hasta teñir a su gusto. Y esa alegría no está reservada para las hijas de la ahora empresaria, sino que ya están disponibles en preorden vía internet (My Natural Doll) para agasajar a las pequeñas de todo el mundo en Navidad por 146 dólares más gastos de envío.
'No sólo estarán comprando un juguete. Están adquiriendo amor propio para tu hija y le cambiarás la vida', dice Tshikuka en Instagram.
Cansada de no encontrar juguetes con los que sus hijas se sintieran físicamente identificadas, la estilista congolesa Mushiya Tshikuka decidió diseñar sus propias muñecas.
Así surgió la línea My Natural Doll, cuya particularidad, además del color de piel, es la cabellera oscura y rizada que caracteriza a la mayoría de las personas de raza negra.
Consciente de que las niñas a menudo buscan identificación en sus juguetes, Tshikuka estaba determinada a que sus hijas no acabaran conflictuadas. 'Me rehusé a que jugaran con muñecas blancas porque no quería que perdieran la confianza que tanto trabajo me costó construir.
'Porque, miren, mis niñas nacieron con una cabeza llena de rulos, así que ¿dónde estaba una muñeca así como ellas? Cada muñeca negra que veía, tenía el pelo lacio, sintético o era calva.
Cada Navidad era lo mismo, así que acababa comprándoles un libro', explicó la congolesa en su cuenta de Instagram.
Finalmente, Tshikuka tomó el asunto en sus manos y se puso a diseñar un juguete que celebrara en grande la belleza de su raza, por lo que utilizó cabello virgen natural.
Eso permite que las niñas lo puedan cepillar, trenzar, torcer y hasta teñir a su gusto. Y esa alegría no está reservada para las hijas de la ahora empresaria, sino que ya están disponibles en preorden vía internet (My Natural Doll) para agasajar a las pequeñas de todo el mundo en Navidad por 146 dólares más gastos de envío.
'No sólo estarán comprando un juguete. Están adquiriendo amor propio para tu hija y le cambiarás la vida', dice Tshikuka en Instagram.
