A lo largo de su historia, el Planeta Tierra ha presentado cambios de clima de manera natural. Acuérdate de la era de hielo (y sí, ríe otra vez con la ardilla Scrat buscando su bellota).
Sin embargo, en los últimos 100 años las modificaciones de la temperatura ya no han sido tan naturales, la Tierra se ha calentado más de la cuenta debido a las actividades de los seres humanos.
Lo que sucede es que casi cada acción cotidiana genera un gas muy famoso: el bióxido de carbono. ¡Claro el mismo que expulsas al respirar!
Pero como cada vez somos más personas y cada vez hay más industrias y menos áreas verdes (porque recuerda que las plantas absorben el bióxido de carbono y lo convierten en oxígeno), este gas se acumula en la atmósfera, junto con otros gases, provocando el efecto invernadero, que como su nombre lo dice hace que la Tierra guarde más el calor del Sol y que el clima cambie.
¿Qué puedes hacer?
- No se puede detener el cambio climático, éste ya está ocurriendo y seguirá en el futuro; pero sí podemos disminuir sus impactos haciendo cambios en la vida diaria.
- Apaga luces. Limpia focos y lámparas ya que el polvo bloquea la luz. Usa focos ahorradores.
- Si no se están utilizando, apaga y desconecta la televisión, radio, computadora y DVD. Si los dejas conectados, consumen energía.
- No dejes abierta la puerta del refrigerador.
- Cuando sea posible camina, anda en bicicleta o utiliza el transporte público en lugar de auto.
- Al cocinar, tapen la olla, así se ahorra gas y dinero.
- Aplica las tres “erres”: Reduce el consumo, Reutiliza todo lo que puedas y separa los residuos para que puedan Reciclarse.
- Cuando vayas de compras lleva tus bolsas de tela y prefiere alimentos y bebidas de origen local.
- Procura bañarte en cinco minutos.
