San Pedro Sula, Honduras.
La hondureña Rosa Morales salio con los brazos en alto y lágrimas de alegría tras permanecer ingresada en la unidad estabilizadora del Gimnasio Municipal a causa del COVID-19, tan solo tres meses después de haber vencido el cáncer de mama.
El caso de recuperación de esta sampedrana ya recorre las redes sociales, pues logró salir adelante, aún después de haber estado muy delicada de salud antes de contagiarse del virus.
'Gloria a Dios' fueron las primeras palabras de doña Rosa al salir de la unidad municipal en una silla de ruedas, pero con todo el ánimo de ponerse de pie para abrazar después de varias semanas a sus familiares.
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El personal de centro despidió a la hondureña con aplausos muy contentos de verla regresar a casa llena de salud.
'Gracias a Dios por esta bendición que no ha sido fácil, pero para Dios no hay nada imposible', manifestó Geovanny Contreras, yerno de la paciente.
Su hija Karina Aguilar también se encontraba en las afueras de este centro para recibir a su madre con un fuerte abrazo. Sin embargo, la felicidad no es completa debido a que su padre seguirá internado en la unidad municipal, pues sigue luchando contra el virus.
Decenas de internautas celebran con doña Rosa su recuperación y también escriben mensajes de apoyo en las redes para su esposo que sigue internado.
