Las 4 bases para un amor racional


El terapeuta Walter Riso explica cómo evaluar una relación y poner el corazón en buen resguardo.

Redacción. En el amor racional el sentimiento, por sí solo, no basta. Un amor descerebrado es puro impulso. “Contigo, pan y cebolla” es un viejo dicho napolitano, el cual inspiró la película de los años cincuenta de Marcelo Mastroiani y Sofía Loren, que significa algo así, como:“Si te tengo, no necesito nada más”.

Afirmación peligrosa para quien quiera buscar su autorrealización. Para estar con los pies en la tierra sería conveniente tener presente las siguientes reflexiones, las cuales confirman que con el amor no basta.

1

El buen amor es recíproco.

Democracia afectiva, equilibrio, amor justo, sindicalizado, bien repartido, no milimétrico, pero adecuadamente dosificado. Horizontal dentro y fuera de la cama. n las relaciones cara a cara todos esperamos: si eres fiel, esperas fidelidad; si das sexo, esperas sexo; si eres cariñoso, esperarás cariño.

Los que creen que pueden vivir con dar y no recibir, al cabo de un tiempo se frustran y deprimen, ya que es natural y congruente en la condición humana buscar un balance interpersonal. Algunas persona solo saben relacionarse desde la explotación o adoptando actitudes de victima. Todo amor “vertical” está contraindicado.

2

No te merece quien te lastima intencionalmente

¿Para qué seguir con alguien que nos hace daño? Un amor saludable no exige eso. Amar no es hacer un culto al sacrificio ni negociar los principios fundamentales.

Si la persona que supuestamente te ama, te hiere o viola tus derechos, pues su manera de amar es enfermiza. El sentimiento aquí no tiene nada que ver. No se trata de ser un buen samaritano o poner la otra mejilla, un anuncio a tiempo es más efectivo, un alejamiento más recomendable.

No solo tenemos que hacernos merecedores del otro, sino que la pareja también debe merecernos. Repito, la dignidad no es negociable, no importa cuantas arandelas amorosas quieran colgarle.

3

El buen amor es recíproco

Democracia afectiva, equilibrio, amor justo, sindicalizado, bien repartido, no milimétrico, pero adecuadamente dosificado. Horizontal dentro y fuera de la cama. n las relaciones cara a cara todos esperamos: si eres fiel, esperas fidelidad; si das sexo, esperas sexo; si eres cariñoso, esperarás cariño.

Los que creen que pueden vivir con dar y no recibir, al cabo de un tiempo se frustran y deprimen, ya que es natural y congruente en la condición humana buscar un balance interpersonal. Algunas persona solo saben relacionarse desde la explotación o adoptando actitudes de victima. Todo amor “vertical” está contraindicado.

4

En el amor hay que aprender a perder

Si no te aman, no hay que insistir, ni suplicar ni tratar de convencer al otro o a la otra.
Cuando no se es correspondido, lo mejor es matar toda esperanza, porque la expectativa puede hacer que uno se apegue a relaciones tóxicas por años esperando el milagro de una resurrección amorosa que nunca llega. Es mejor sufrir el duelo y alejarse de alguien que no te ama a sufrir inútilmente un día a día de indiferencia.