No obstante, aseguran, aplicar estrategias de relajación que no nos distraen de las actividades cotidianas ayuda a disminuir el estrés.
Rossana Carrasco, instructora de yoga, sugiere controlar los pensamientos de cosas que aún no son un hecho y que solo aumentan la angustia.
“Esa es la clave: dejar de pensar en tus preocupaciones, en lo que ya estuvo horrible y en lo que va a estar tremendo. Generalmente, nuestro estrés viene de cosas que ya pasaron o que tememos que pasen.Hay situaciones que no puedes modificar, pero sí puedes cambiar cómo sentirte, cómo reaccionar y, por tanto, el efecto que van a tener en ti”, afirma.
También es importante realizar actividades para distraer la atención de los pensamientos negativos, agrega Maru Uhthoff, maestra de taichí con 40 años de experiencia.
“Eso ayuda a liberar tensiones. Es quitar un poco de atención a lo que nos provoca el estrés y llevarla hacia nosotros mismos”, manifiesta.
Cuando alguien detecta qué lo estresa puede resolver la dificultad que lo angustia, dice Bhakti Raksaka, monje vaisnava de la India.Para combatir el estrés en la casa, en el trabajo o hasta en el tráfico, los expertos comparten técnicas que no te roban más de 5 minutos.
Las técnicas antiestrés no resolverán tus problemas, aclara Maru Uhthoff, pero te ayudarán a tranquilizarte para razonar con calma.
Para que acabes con la tensión.Si te sientes angustiado, puedes combinar estos ejercicios a lo largo de la jornada y verás cómo consigues calmarte.
El poder de la sonrisa. La sonrisa es un pequeño gesto poderoso y fundamental para el bienestar y la salud de las personas, y un mecanismo antiestrés muy efectivo.
El psiquiatra Rojas Marcos destacó la conexión fisiológica de doble dirección que existe entre las emociones y los gestos faciales.
“Hoy sabemos con certeza que la sonrisa puede ser tanto el resultado como la causa de reacciones químicas en el cerebro que producen emociones positivas”, añadió.
“No solo exteriorizamos nuestro estado de ánimo con la sonrisa, sino que la sonrisa termina por producir en nosotros sentimientos positivos genuinos: sonreímos porque estamos alegres y estamos alegres porque sonreímos”, expuso este experto, afincado en Nueva York. Rojas Marcos abundó en que “la sonrisa es un mecanismo antiestrés muy efectivo”, ya que “fortifica nuestro sistema inmunitario, fomenta en nosotros estados emocionales saludables y estimula las relaciones gratificantes con los demás”. “¿Se puede pedir más?”, se preguntó.
La sonrisa es un signo expresivo de bienestar que fomenta la sociabilidad y favorece la comunicación entre las personas. Es uno de los pocos gestos que es común a todas las culturas.
Esgrimió que “la cultura de la sonrisa” podría ser un buen antídoto para una sociedad en tensión como la actual, en la que las relaciones se han endurecido por el ajetreado ritmo de vida, el estrés y las dificultades cotidianas.
Ponlos en práctica:
respira
ríe
Muévete
relaja
canta
en la oficina
para ti.