En el siglo XVII, en la ciudad de Nîmes, Francia, se desarrolla un tejido especial de algodón que, por su entretejido, resultó ser muy resistente y empezó a emplearse en la fabricación de toldos y carpas.
Sin embargo, fue a mediados del XIX, en la época de la fiebre del oro en Estados Unidos, cuando un comerciarte de Baviera (Alemania), Levi Strauss, que comercializaba el tejido para levantar tiendas de campaña, ideó unos pantalones para los buscadores de oro, es decir, que fuera resistente al agua, el frío y las piedras.
Un modelo que, poco a poco, fue evolucionado y que granjeros y vaqueros incluyeron en su uniforme de trabajo. En 1934, el señor Strauss dio un paso más y lanzó al mercado el primer modelo diseñado exclusivamente para mujer.
Hoy, este tejido, reivindicado por casi todos los diseñadores internacionales de primera plana, es el protagonista de muchas prendas del armario femenino. Sometidos a las creatividad y fantasía de los diseñadores, el denim se convierte en un tejido muy deseado por su versatilidad.
| Ralph Lauren, colección Primavera-Verano 2017.
|
El maestro Yves Saint Laurent decía: “Ojalá hubiera inventado los vaqueros, son lo más espectacular, lo más práctico, lo más relajado y despreocupado. Tienen actitud, modestia y simplicidad, todo lo que espero de mi ropa”.
El tejido vaquero tiene carácter y personalidad suficiente para admitir customizaciones infinitas. Por ejemplo, este año se llevan las prendas denim realzadas con flecos, encajes, efecto pintura, tachuelas, abalorios o parches, una cantidad de efectos que brindan la oportunidad de lucir piezas únicas y exclusivas.
Las posibilidades también pasa por rasgar las prendas, una tendencia que esta temporada se impone en pantalones, cazadoras, camisas y “shorts”, cortes sugerentes que muestran, pero no enseñan.
El denim, camaleónico y universal. El tejido vaquero es camaleónico, universal y atemporal, pero necesita actualizarse y reinventarse para ser siempre deseado, por eso cada año llegan nuevos tonos, nuevas texturas y nuevos patrones.
De ahí que las prendas más clásicas como pantalones rectos, camisas o cazadoras, convivan con piezas más rebeldes como minifaldas, “shorts” y “tops”. Prendas, más clásicas con pantalones y camisas, se actualizan coloreados en dos tonos, o bien deshilachados.
Las “it girl” del momento lucen jeans asimétricos deshilachados en la parte inferior. “Combinado con zapatos alto o sandalias son buenos compañeros para salir por la tarde y noche”, explica la estilista Pepa Fernández, directora del showroom El armario de Pepa, quien asegura que este verano se impone lucir prendas vaqueras que simulan estar mal rematadas.
 Roberto Cavalli, Primavera-Verano 2017.
|
Las prendas vaqueras combinan con casi todo, por ejemplo, un pantalón denim “resulta ideal con camisa blanca, camisetas y blusa de cuadros”, manifiesta la estilista Pepa Fernández. Una camisa vaquera combina con pantalones estampados, bien sean de rayas, florales o con un “print” animal.
“Mezclar y combinar es importante, a veces lo que a priori pude parece una locura, puede ser un recurso estilísticos eficaz”, dice Fernández, que cada día encuentra en las prendas vaqueras el aliado y cómplice perfecto. Este tejido también se impone en trajes de baño y biquinis, sobre todo en modelos sugerentes y con la libertad como bandera, ideados para las más jóvenes. EFE
| Colección Arab y de Carolina Herrera 2017.
|
