Consejos para prevenir la migraña

Conoce las causas y las medidas para prevenir sus dolorosos episodios

  • 28 sep 2016

El dolor de cabeza (cefalea) es una de los síntomas más comunes de un gran número de padecimientos, desde el resfriado común hasta algunos tipos de cáncer, es también consecuencia de diversas adicciones, como el alcoholismo y el consumo de drogas o tabaco; asimismo, puede originarse de situaciones relacionadas con el estado de ánimo y las emociones, del estrés, del ruido, del empleo de medicamentos. Independientemente de su intensidad, la cefalea es de duración relativamente breve y cede cuando el problema subyacente es atendido.

La migraña, por otro lado, no es un síntoma, es una enfermedad por sí misma y aunque se identifica por el dolor de cabeza, presenta características especiales y se acompaña de diversas manifestaciones. La migraña habitualmente no se asocia a ninguna otra enfermedad en particular.

Manifestaciones El dolor de migraña se describe como palpitante o pulsante, se intensifica con la actividad física rutinaria, con la tos, o simplemente al bajar la cabeza. El dolor de cabeza interfiere con la actividad diaria, puede despertar al sufriente y una vez que cede lo deja agotado, débil y confuso.

El dolor se presenta casi siempre en el mismo sitio de la cabeza, se propaga y aumenta de intensidad, después de una o dos horas comienza a ceder. Las crisis pueden prolongarse hasta 24 horas o varios días y suelen acompañarse de náusea, vómito, sensibilidad a la luz (fotofobia) y al sonido (fonofobia).

Ciertas formas de migraña se hallan precedidas por el fenómeno neurológico conocido como aura, mismo que se experimenta de 10 a 30 minutos antes del dolor, generalmente caracterizado por la percepción de luces brillantes, por alucinaciones, pérdida temporal de la visión, mareo, vértigo.

Foto: La Prensa

El estrés es uno de los principales detonantes de la migraña.
Prevención
Determinar cuáles son y evitar el uso de los medicamentos o alimentos que actúan como disparadores del dolor. Puede ser útil, para el objetivo anterior, mantener un diario de cómo y cuándo se inician las crisis, cuánto duran y qué las mitiga; así como de los alimentos, situaciones o medicinas que pudieran ser culpables de desencadenar el dolor. Ejercitarse con moderación y regularidad, dormir bien aunque no demasiado, esparcimiento y relajación son siempre recomendables.

Las causas
El origen se desconoce, pero se admite una fuerte predisposición familiar. Algunos factores desencadenantes de las crisis son:


-Cambios hormonales. Es común que las mujeres sufran ataques migrañosos durante los días de la menstruación o inmediatamente antes; otras los sufren en la menopausia o el embarazo y hay quienes los padecen al tomar contraceptivos o terapia de reemplazo hormonal.

-Alimentos. Causas habituales son el alcohol, queso añejo, chocolate, fermentados y encurtidos, aspartame (sustituto del azúcar), cafeína y varios tipos de alimentos enlatados o procesados. El ayuno es también origen de migraña.
-Estrés.
-Estímulos sensoriales: luz intensa, olores fuertes y ruido penetrante.