Es importante cuidar adecuadamente tus pies. Además de asegurarte que el calzado que usse no te causará algún problema de salud, se debe seleccionar con cuidado.
Las sandalias no es un calzado que esté diseñado para caminar, y su uso para este fin puede generarnos bastantes problemas, afirma Víctor Alfaro es director general de Podoactiva, de España. Pueden ocasionar inestabilidad.
El hecho de que sea un calzado que solo se sujeta por una tira entre el primer y segundo dedo hace que la marcha sea mucho más inestable, teniendo muchas más posibilidades de sufrir una torcedura o esguince.
Asegúrate de usar unas que se ajusten bien a tu pie. Aumenta las posibilidades de sufrir una fascitis plantar, que es la inflamación de la fascia plantar, tejido que va desde la base de los dedos hasta el talón en la planta del pie. El dolor es bastante agudo y se suele localizar en la zona del talón.
Recomendación. En caso de querer usar un calzado abierto para caminar, hoy existe una gran oferta de calzados en el mercado que cuentan con la sujeción necesaria para el pie mediante tiras tanto en el talón como en el dorso.
Es importante que al probar una sandalia para caminar compruebe que no modifica la forma de andar y que el pie no necesita realizar ningún esfuerzo para fijarse a la sandalia en la fase de vuelo del paso, indica el podólogo Víctor Alvaro.
Cuando te hagas la pedicura en un salón de belleza lleva contigo tus accesorios para evitar contagiarte de onicomicosis o de pie de atleta.
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Por la noche, lava muy bien tus pies y sécalos. Luego añade unas gotas de aceite de lavanda, en los pies y házte un masaje con movimientos suaves y luego cúbrete con calcetines de algodón.
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Puedes preparar un exfoliante para suavizar los pies. Necesitas una taza de sal de mar, media taza de aceite de oliva, rodajas de naranja y limón. Mézclalo bien en un bol. Usa el exfoliante al bañarte.
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