“Quiero encontrar para la mujer lo equivalente al traje masculino”, declaró Yves Saint Laurent, sin ser consciente de que su fórmula del éxito sería más sencilla de lo que creía: dar forma a la sastrería femenina a través del esmoquin, una de las prendas más versátiles, atemporales y con personalidad de la historia. Un fondo de armario que luciría desde Diana de Gales hasta Naomi Campbell y que se convertiría en un conjunto democratizado y atemporal.
Sobre la pasarela y adaptado al cuerpo de la mujer, el esmoquin replanteó una nueva feminidad, que desde entonces se recrea continuamente en trajes de diferentes patrones, con posibilidades tan infinitas como mujeres existen en el mundo.
De firmas especializadas por y para el traje femenino a marcas internacionales consagradas en pasarelas o cadenas low cost, el esmoquin es omnipresente en las colecciones de las últimas temporadas: desde Jacquemus a Burberry o Chanel y adaptadas a todo tipo de registros y patrones.
Diseños variados que navegan desde piezas entalladas, que resaltan la cintura, a estructuras oversize, con hombreras pronunciadas y caída fluida, evocando un aire noventero, donde feminidad y actitud convergen desafiando el tiempo. EFE
¿Cómo llevarlo?
- Lucirlo con un camisa blanca o negra debajo. Esta opción es la más recatada y masculina.
- Si lo que quiere es desprender sensualidad, atrévase con una chaqueta sin más debajo.
- Para completar, una cartera de mano o clutch. Nunca se debe lucir un bolso largo o grande.
- Cuando una mujer viste de esmoquin para terminar el estilismo, el cabello ha de lucirse recogido, en cola o con moño.
 Versiones de gala
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