¿Chaparrito o con retraso de desarrollo?

Si crees que tu hijo es muy bajito para su edad o compañeros de escuela, consulta a un médico para seguir un tratamiento

  • 22 oct 2018

Si tu hijo siempre es el más bajito o niños menores ya lo rebasan, podría tener un problema de crecimiento. Detéctalo con estas claves. Resulta necesario poner especial atención a su crecimiento para poder detectar si realmente existe algún problema con su salud.

1. Cambios en su talla y peso

Lleva una bitácora del crecimiento de tu hijo. Es fundamental tener un control puntual de cómo aumenta su talla y peso para poder detectar una variación importante y consultar el tema con su pediatra.

“Se estima que los niños entre los 2 y 3 años deben duplicar la estatura que tuvieron al nacer y, a partir de los 3 años, crecer 5 centímetros por año hasta la pubertad”, dice Margarita Barrientos, Especialista en Pediatría Médica y Endocrinología


2. Su lugar en la fila escolar

Cuando le acompañes a la escuela, date tiempo de observar qué lugar ocupa en la formación que suelen hacer para entrar o salir de los salones.

Si desde el preescolar está en los primeros cinco lugares de la fila de su grupo y continúa así hasta el nivel básico, pon especial atención a las razones por las cuales esto ocurre. Siempre es recomendable comentar estos detalles con tu pediatra.


3. Su rostro

Aunque sean niños, su cara y sus rasgos corporales van cambiando conforme crecen. Algunos menores con problemas de crecimiento tienen un aspecto aniñado, es decir, que se notan más pequeños que otros niños de la misma edad.

Analiza el tamaño de sus rasgos corporales, ya que un cuerpo regordete, manos y pies pequeños o desarrollo muscular insuficiente, en comparación con compañeros de su generación, pueden ser señales de alguna anomalía en el desarrollo.


4. Medidas profesionales

Además de la bitácora que tú llevas de la talla y peso de tu hijo, es necesario que un pediatra lo mida de manera frecuente utilizando curvas de crecimiento.

Estas herramientas estandarizadas se emplean para comparar la estatura, el peso y el tamaño de la cabeza de tu hijo frente a niños de la misma edad y así tener parámetros estimados de crecimiento.

Hacer esto permitirá detectar oportunamente cualquier problema, así como diagnosticar de manera temprana talla baja, obesidad o desnutrición.


5. Accidentes

Si tu hijo sufrió algún golpe fuerte en la cabeza o un traumatismo craneoencefálico, pon más atención a su crecimiento tras ese incidente.

Algunos menores diagnosticados con problemas de desarrollo sufrieron accidentes de ese tipo. Otras señales. Si no cambia de talla de ropa o de zapatos por lo menos una vez al año.

Si es el más bajito del salón. Si su hermano menor le está alcanzando o superando en altura. Si detectas varias de esas señales, pero tanto tú como tu pareja son chaparritos, tus hijos también lo serán.

“Si su edad ósea es menor a su edad cronológica, entonces solo será cuestión de tiempo para verlo crecer; pero si encuentran alguna patología, es muy importante atenderla lo más pronto posible porque eso va repercutir en su estatura final”, Diego Gaytán, Médico del centro pediátrico del crecimiento Sequoia en México.
Otros factores

¿No es pura genética?

La genética es determinante en la estatura que alcanzan los hijos, pero conseguir la talla esperada depende también de otros factores.


¿Cómo cuáles?

Por ejemplo, una alimentación balanceada, rica en proteínas, y dormir el tiempo necesario de acuerdo a la edad, es clave para que la hormona del crecimiento se produzca adecuadamente. También influye en un mejor desarrollo el realizar actividades físicas entre 20 y 30 minutos al día.


¿Qué puede causar un crecimiento lento?

Para revisar a los menores se requiere evaluar edad ósea por medio de una radiografía y compararla con la edad cronológica del niño.

“Si su edad ósea es menor a su edad cronológica, entonces solo será cuestión de tiempo para verlo crecer; pero si encuentran alguna patología, es muy importante atenderla lo más pronto posible porque eso va repercutir en su estatura final”, Diego Gaytán, Médico del centro pediátrico

El trastorno conocido como déficit de hormona de crecimiento (DHC) se manifiesta en que los niños crezcan más lentamente y presenten una estatura menor que la de otros de la misma edad y sexo. Dicha hormona es generada por la hipófisis, una pequeña glándula ubicada en el cerebro.

Desnutrición, factores hereditarios, retraso en el desarrollo de la pubertad, males crónicos, como diabetes y asma; Artritis reumatoide juvenil, anemia de células caliciformes, enfermedades cardiacas congénitas o enfermedad renal.

¿Con quién lo llevo?
Ante estas señales, es necesario ir con un endocrinólogo pediatra, especialista que atiende lo relacionado con hormonas en niños, crecimiento, nutrición y metabolismo. Estos médicos saben manejar alteraciones como talla baja o retraso en el crecimiento.

Para revisar a los menores se requiere:
Una exploración física minuciosa del niño
Estudios para encontrar el origen de la talla baja
Evaluar edad ósea por medio de una radiografía y compararla con la edad cronológica del niño

¿Cómo se trata?
A los niños con talla baja por un déficit de la hormona del crecimiento se les brinda tratamiento para restituir esta hormona.

Durante la noche se les aplica la hormona sintética por el tiempo que el especialista indique.
Es fundamental contar con un diagnóstico temprano e iniciar el tratamiento en las niñas entre los 7 y 9 años, y para los niños entre los 11 y los 13 años.
Entre más pronto se atienda, el menor obtendrá una talla final más alta y una mejor autoestima.