Reglas para hacernos un buen bronceado

Si tu objetivo es broncearte, toma en cuenta estas recomendaciones para lograrlo sin dañar tu piel

  • 07 abr 2017


Durante el verano aumentan los riesgos de que la piel sufra mayores problemas como deshidratación, manchas y quemaduras por exponerse al sol sin la protección adecuada.

Por su parte, los efectos del sol pueden ser estéticamente agradables ya que es posible obtener un color más saludable pero también es necesario recordar los riesgos que se corren cuando la piel no es protegida de forma adecuada.

Exposición al sol y a las agua con cloro. Las exposiciones al sol deben hacerse en horarios de la mañana o bien después de las cinco de la tarde evitando las horas centrales del día, mientras que después de la exposición al sol o al agua con cloro de la piscina se recomienda darse una ducha para hidratar nuevamente la piel
conviene reducir al mínimo la exposición al sol en las horas centrales del día, mientras que después de la exposición al sol o al agua clorada de una piscina es necesario darse una ducha para hidratar la piel, siendo recomendable utilizar un jabón que sea levemente ácido o de PH normal ya que con esto se evitan las infecciones dermatológicas.

Protección contra los rayos solares. Utilizar cremas con un alto factor de protección solar es indispensable para defender la piel de los rayos ultravioletas. En general el mínimo de protección recomendado es 15 de FPS, debiendo aplicarse 30 minutos antes de tomar sol y repetir cada dos horas.

Por último, cabe recordar que el cáncer de piel es una enfermedad que ha ido en aumento en las últimas décadas debido a los daños que produce la exposición al sol en horarios inadecuados o sin la protección recomendada por los especialistas, algo que deben tener en cuenta tanto hombres como mujeres y niños.

A niños a partir de los tres años, evitar exponerlos al sol siempre en las horas centrales del día, de las 12 a 4 de la tarde.