Todo limpio sin morir en el intento

Sigue estos consejos para no ser esclava de las tareas del hogar

  • 01 jul 2016

La casa puede ser un lugar de disfrute personal o todo lo contrario. Existen personas que son maniáticas de la limpieza, obsesivas del orden y no descansan porque a la larga jornada laboral le suman horas de trabajo en casa.

Tener la casa limpia es muy sano a nivel de higiene física y mental pero cuando las tareas de la casa te controlan a ti, entonces, surge un problema.

Delegar En primer lugar, aprende a delegar y asume tus propios límites. Si trabajas fuera de casa durante muchas horas, puede venirte muy bien contratar a una empleada doméstica o contratar los servicios de una empresa profesional dedicada al aseo de casas unas horas a la semana. En ese caso, puedes buscar en la sección de clasificados de este diario y buscar los contactos de estos negocios.

Apoyo No asumas las tareas de la casa en solitario. Todavía existen casos de parejas en las que ellas siguen haciendo más en casa que ellos. Si tu pareja no colabora como tú esperas, entonces, enséñale que las cosas no se hacen solas. Haz tu parte pero no hagas la suya.

Limpieza general Aprovecha el fin de semana para hacer una limpieza más general en casa y poder centrarte en las tareas más inmediatas en el día a día.


Planifica Haz un calendario de organización de las tareas de la casa para tener un orden.

Climatiza Cuida del entorno para hacer las tareas de la casa con mayor sensación de confort. Por ejemplo, puedes poner música de fondo.

Ventajas Piensa en los beneficios que te reporta hacer las tareas de la casa más allá de los evidentes. Por ejemplo, puedes hacer ejercicio físico y estar activa.

Reconocimiento Aprende a premiarte a ti misma por el excelente trabajo que realizas en casa. Existen muchas amas de casa que sufren un síndrome de insatisfacción personal al sentirse poco valoradas y reconocidas por su familia. EFE