Enséñales a tus hijos a ser independientes

”Debemos educar para que nuestros hijos sean aptos para vivir su propia vida... sin nosotros”, señala Vidal Schmill, pedagogo.

  • 15 ago 2015

Redacción. ¿Qué quieres lograr con la educación de tus hijos?, ¿que sean felices?, ¿que sean profesionales exitosos? Tal vez te estás echando a la espalda una responsabilidad que no te corresponde y estás perdiendo de vista lo más importante, señala Vidal Schmill, pedagogo especialista en desarrollo humano y educación en valores.

La función de mamá y papá, de acuerdo con el especialista, es hacer lo necesario para dejar de ser indispensables lo antes posible. Pero dado que los niños de hoy son muy distintos a los de hace cuatro generaciones, las estrategias para educarlos tampoco pueden ser las mismas. “Hacer lo mismo que hacían nuestros papás como lanzarnos una mirada fulminante para hacernos saber que estaban furiosos y que enseguida hiciéramos lo que ellos deseaban, ya no funciona.

“Necesitamos actualizarnos, ponernos al día tecnológicamente en tendencias, en modas, en lenguajes, en comunicación. No quiere decir que tengamos que ser chavos, quiere decir que tenemos que entender al chavo porque si no lo entiendes no vas a poder corregir, vas a tratar de imponer tus parámetros”.
Para el autor del concepto la educación de los hijos debe lograr tres objetivos fundamentales:

1. Personas de bien

Aconseja enseñar tres valores básicos de los cuales se desprenden todos los demás: respeto, responsabilidad y honestidad, eso dará pie a fomentar el resto de los valores.

2. Personas en contacto

Las habilidades sociales como la comunicación efectiva, la resolución de conflictos de manera no violenta y la empatía son parte fundamental de la formación de un niño.
“Que socialice, que tenga amigos, que se ligue a la niña y luego salga del desengaño amoroso, todo eso es parte muy importante de su entrenamiento de vida, lo académico no debe ser lo único importante”.

3. Personas con significado

La expresión de talentos y el desarrollo de un proyecto de vida hará la diferencia entre un adulto frustrado y uno pleno. “Si a un hijo no se le permite expresar su talento va a tener un resentimiento permanente. Nuestra función es ayudarlos a encontrar su talento y apoyarlos para que lo expresen aunque nosotros no entendamos”.