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Advierten a los papás que las plataformas sociales permiten que jóvenes con problemas emocionales tapen la dificultad que viven

  • 03 ene 2019

Internet y las redes sociales se han vuelto tan cotidianas que forman parte del día a día de una persona.

Si bien son herramientas que conectan al mundo y permiten el acceso fácil a la información, también pueden distorsionar la realidad, plantea la película Buscando (2018).

El filme del director Aneesh Chaganty es un thriller contado desde una pantalla (computadora, laptop, celular) que narra la búsqueda que hace un padre de su hija, desaparecida repentinamente.

El papá decide entrar a la laptop de su hija para abrir sus redes sociales e indagar los eventos previos a su desaparición y se da cuenta de que no era quien él pensaba.

El psiquiatra Francisco Rodríguez Lara y la psicóloga Mónica Cardona Martínez coinciden en que la película permite reflexionar sobre los casos en los que la realidad virtual que viven algunos jóvenes impide que se conecten con su vida real.

Tecnología: Ni buena ni mala. “Los adolescentes que prestan más atención a la conexión virtual que a la real y personal construyen una realidad virtual que, en muchos casos, no coincide con su vida real”, expresa el psiquiatra Rodríguez Lara.

“Al mismo tiempo, los padres , no están prestando la atención suficiente a este fenómeno y permiten que sus hijos estén todo el tiempo conectados a un aparato, y no se enteran de la realidad social, o personal de su hijo”.

Las plataformas sociales permiten que jóvenes con problemas emocionales o dificultades para relacionarse de persona a persona (ansiedad social) tapen la dificultad que viven; esto pasa inadvertido para los padres.

Para la psicóloga Mónica Cardona Martínez, dice: “claro que algo se nos puede salir de las manos, sobre todo, en un mundo virtual en el que la generación actual se mueve como pez en el agua y nosotros, los padres, parecemos no alcanzar la velocidad que ella lleva; hasta situaciones que llegan a una crianza ‘patológica’ de los hijos que puede traer como consecuencia situaciones trágicas”. Esto ocurre, explica, cuando hay pérdida de sensibilidad en las relaciones, particularmente en la comunicación dentro de la familia.