La educación sexual comienza en casa

A partir de los 6 años, los papás deben monitorear la información que les llega a sus hijos por los medios de comunicación e internet

  • 22 ene 2018

Ante la invasión informativa en televisión y redes sociales, además, más la influencia de compañeros de escuela precoces, nuestros hijos están expuestos a recibir una mala orientación sexual.

Las computadoras, tabletas y celulares son en la actualidad herramientas de estudio o de entretenimiento, y por su acceso al internet son la principal preocupación de los padres, por ser tan complicada la regulación de su uso y contenido.

Todo eso se suma al sentir de cualquier papá o mamá, quienes en su mayoría aseguran que para educar a un hijo no hay manual ni reglas establecidas, sobre todo cuando se trata de abordar temas difíciles, como la sexualidad. Sin embargo, la educación sexual debe iniciar desde los primeros años de vida.

Enseñar a los pequeños a llamar por su nombre a todas las partes del cuerpo. Después, viene el respeto a los demás en el aspecto sexual, así como un comportamiento correcto ante la sociedad. El pediatra Ismael Piedra Noriega dice que, poco después de nacer, las costumbres sociales establecen que el color azul sea para los varones, y el rosa, para las niñas.

“El rol masculino y femenino es moldeado por las costumbres de la familia y la sociedad; a la niña le compran muñecas, y a los niños balones y carritos”, agrega.

Sin embargo, en esta etapa ellos pueden jugar con muñecas sin que exista problema alguno. Por lo regular, es hasta los 2 o 3 años que empiezan a darse cuenta de su sexo.

Piedra Noriega comparte que, en ocasiones, cuando la maestra dice en la guardería: “Niñas, vamos al baño”, uno que otro niño de 2 años o menos responde a la instrucción, pero no tiene ninguna relación con la homosexualidad, simplemente es parte del desarrollo de su cerebro. Luego, la educación continúa de acuerdo con las normas sociales.

A los hombres se les permite ser rudos: gritar, tirarse al piso o brincar, mientras que de las mujeres se espera que sean tranquilas y luzcan bonitas. Por lo tanto, ambos sexos se adaptan a las reglas que marca la sociedad.

Explorándose. A partir de los 2 años se tocan las orejas, se chupan el dedo o se acarician sus genitales. Si los papás los observan, lo indicado es no asustarse ni regañarlos, solo preguntarles: “¿a qué estás jugando?”, para distraerlos. Solo que la acción se vuelva repetitiva habrá que poner reglas.

Después de los 6 años, los papás se tienen que encargar de ajustar la información que les llega a los hijos, los medios de comunicación a cada momento los están bombardeando.


Con los papás. Hay diferentes posturas de pediatría o sexología que pueden argumentar que es correcto que los niños se bañen con sus papás, pero es un tema de índole cultural.

Los niños deben ver el cuerpo como algo natural, entre los 5 o 6 años todavía no tienen ese morbo ni el erotismo desarrollado como el adulto. El niño es curioso, y si por alguna razón ve a su papá o mamá desnudos, lo recomendable es que actúen con normalidad.

“Si la hija pregunta, ‘papá, por qué tienes eso?’, contestar: ‘Yo tengo pene porque soy hombre’. En el caso de la mamá, decirle: ‘Esto es mi pecho, porque las mujeres lo tenemos’. Son respuestas sencillas y los niños se quedan satisfechos”.

Mother and daughter in summer park

Se le debe enseñar a los pequeños a llamar por su nombre a todas las partes del cuerpo. Sin morbo ni apodos.
Respeto y pudor

1. Los papás deben iniciar la educación sexual con sus hijos llamando a los genitales por su nombre: si es niño decirle que tiene pene y testículos, y a la niña, vulva o vagina.

2. A partir de los 2 años, los niños hacen preguntas y se deben contestar lo más abiertamente que se pueda.

3. De los 3 en adelante empiezan a desarrollar el pudor: se tapan, se esconden, y los papás deben enseñarles las reglas de comportamiento. También, enseñarles el respeto hacia el cuerpo de los demás.

4. Explicarles que no se debe tocar a otras personas si éstas no quieren, desde darles un beso o un abrazo, sino tratar de jugar con ellas de una forma amable, ya que es también parte de la sexualidad.

5. Explicarles que si un hombre y una mujer se besan es porque se quieren, y los adultos lo hacen pero los niños todavía no. Si es una pareja homosexual, darles una respuesta sobre la diversidad de parejas y familias, según su edad.