Mientras van creciendo no se les permite mostrar vulnerabilidad. Se les exige tener control de sus emociones. También crecen con el estereotipo de seguir el ejemplo del papá, seguir sus pasos, como si nacieron siendo una copia al carbón de él.
Pero, ¿es correcto esto?,¿es justa tanta presión?, ¿cuáles son las consecuencias de este tipo de formación? “¿Has escuchado las famosas frases: los niños no lloran, ¡sea machito!”, nos recuerda la sicóloga Pamela Morales Prado.
El origen de esta conducta es simple: “Vivimos en una sociedad donde el machismo es cuestión de orgullo, donde hay padres más ausentes en la vida del menor por diferentes motivos, por ende quieren hacer a sus hijos más independientes, que sepan afrontar la vida solos. Tal vez de una forma muy equivocada. Esto conlleva, además, a disminuir las muestras de cariño”.
Consecuencias. A diario se publican en los periódicos casos de mujeres que han sido golpeadas e incluso asesinadas por su pareja, y nos preguntamos ¿cómo pudo ese hombre llegar a ese extremo? ¿qué lo hizo agresivo y violento? Es probable que la causa proviene de su entorno familiar.
“El control que busca un padre demasiado estricto, por lo general, con los hijos varones, es para que tenga una buena conducta, pero nada más lejos de la realidad, solo conseguirá una conducta rebelde, desafiante con conductas negativas porque los niños no habrán aprendido a gestionar sus emociones y tendrán muchos sentimientos negativos reprimidos”, explica Morales Prado.
“Cuando un padre intenta controlar demasiado la vida de los niños, ellos no serán capaces (porque no se lo permiten) de aprender las habilidades necesarias para pensar y tomar decisiones de manera independiente, a no ser que sean los padres u otras personas quienes decidan todo por ellos, no sienten confianza ni seguridad en ellos mismos porque no se les ha dado la oportunidad de decidir ni de aprender de los errores.
El poder de los abrazos. La conexión emocional con la madre es muy importante, y la forma en que puede el padre sumarse a ese vínculo es con un simple abrazo. “El primer vínculo del recién nacido es con la mamá. Pero, ¿por qué se va perdiendo poco a poco lo que son las caricias?, ¿sabes los beneficios de un simple abrazo?”, cuestiona la sicóloga. “Por medio del abrazo brinda lo que es seguridad emocional, sentimiento de sentirse amado y protegido.
El abrazo abarca también un vínculo, cercanía y cariño. Un simple abrazo da seguridad, aparte de estimular el cerebro, sube el ánimo, mejora el nivel de cognición y las habilidades intelectuales aumentan”.
“Lo primero que debes hacer es respetar las necesidades del niño, esto implica que él aprenda y sienta las necesidades de dar abrazos y recibirlos cuando quiera”.
Aprendizaje. Vale aclarar que el niño debe diferenciar el abrazo sano del lujurioso. “Como padre se debe ser enfático en que aprenda a diferenciar una caricia sana de una que no lo es, aquella que se deba de ver como abuso.
Esto lo protegerá de los peligros en un futuro. Es decir, sentir un abrazo respetuoso pero cariñoso o dar simples apapachos. No olvides que los niños son seres humanos con sentimientos y necesidades propias.
Si nos vamos a términos biológicos hablamos que de un simple abrazo, a nivel hormonal se libera lo que llamamos la oxitocina, que está relacionada con el placer y las relaciones emocionales. “
No temas a demostrarles cariño, que lejos de criar personas duras consigo mismas e inseguras, criarás personas de bien, seguras, independientes y sobre todo con la confianza de afrontar cualquier situación de frustraciones que se les presente.
En conclusión, la clave está en dar amor y rigor. Nunca soltándolos de la mano y brindarles siempre la confianza que si se educa es por amor”.
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1. Cree en ellos, así ellos creerán que son capaces de lograr sus metas.
2. Cuida su autoestima, una baja autoestima es el mayor enemigo de la inseguridad y confianza.
3. Deja que se enfrenten solos a sus problemas cotidianos
4. Desarrolla su autonomía, este punto esta muy ligado a la seguridad en sí mismo.
5. Cuando hagan algo mal, crítica el acto y no a la persona.
6. Cuando hagan algo bien, hazlo saber.
7. Edúcales en la persistencia y en la capacidad de esfuerzo.
8. Enséñales estrategias de resolución de problemas.
“No temas demostrarle cariño, que lejos de criarlo duro e inseguro, será alguien de bien e independiente”. Pamela Morales Prado Sicóloga
