Especialistas indican que si los pequeños llegan a estas edades y son incapaces de hacerlo es porque los papás los sobreprotegen, y esto va en contra de su autonomía e independencia.
“A los 4 años, el niño empieza a darse cuenta de que es un ser humano separado propiamente de la mamá y del papá y de su entorno, que es alguien independiente a cualquier persona, y eso es el primer paso para la autonomía.
“Necesita aprender a responsabilizarse de su propio yo, y esto inicia por el aspecto físico. Aquello que es evidente, que el niño puede tocar y evidenciar con cuestiones concretas, como la ropa”, explica Itziar Zubillaga, pedagoga de la Universidad Panamericana.
Comenta que desde los 2 años los niños empiezan a tener la iniciativa de vestirse solos, y cuando no la presentan, los papás deben fomentarla. “Pueden hacerles recordatorios diarios como ‘ponte el suéter’, ‘ponte la blusa’”.
Los papás deben, además, mostrarles frente al espejo cómo se ven alineados y cómo lucen desaliñados.
“Hay que mostrarles su propia imagen para que observen cómo se ven. La idea es que aprendan que deben estar alineados. Asimismo, es momento para enseñarles la combinación de colores.
“Es conveniente que los papás les sigan eligiendo la ropa, ya que el niño todavía no tiene conciencia de la combinación de colores. Además, deben aprender a vestirse según la ocasión”.
“No es lo mismo ir vestido para una fiesta que para el parque o la escuela. Es importante que aprendan esto porque forma parte de las habilidades sociales”.
A esta edad, aparte, ya pueden bañarse solos bajo supervisión de los papás, lo mismo para lavarse los dientes. La idea es que los papás los dirijan sobre el orden de limpieza, el cual debe ser de cabeza a pies.
“A esa edad es cuando de manera natural se establece el pudor, es decir, el niño necesita intimidad”, menciona.
