¿Cómo detectar las señales de abuso sexual en niños?

Si observa alguna de estas conductas debe acudir a un psicólogo e interponer la denuncia ante las autoridades

  • 30 may 2019

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ( Unicef) sostiene que los niños y adolescentes que han sido o son abusados sexualmente pueden estar aparentemente asintomáticos.

Muchos muestran síntomas que no son específicos ni exclusivos del abuso, sino que se asemejan a otros tipos de trauma, como por ejemplo el maltrato físico y emocional, haber sido testigos de violencia o haber vivido catástrofes. Las manifestaciones adquieren diferentes expresiones súbitas o solapadas.

Cuando una niño o adolescente se anima a decir o dar a entender lo que le está pasando es fundamental que sea escuchado y que se activen los mecanismos de protección que prevé el ordenamiento legal.

El abuso se produce y se sostiene con base en el secreto y este merced a amenazas que causan efecto para amedrentar a la víctima, entramparla, doblegar su voluntad y forzar su silencio. Si la víctima que se anima a contar no es escuchada, no se le cree o no se le da intervención a la justicia, muy probablemente sentirá que es verdad todo lo que le dice el agresor y nunca podrá salir del abuso. El resultado es el empoderamiento del abusador y el incremento del daño a la víctima.

Cualquier persona que sospeche o tome conocimiento de maltratos o situaciones que atenten contra la integridad psíquica, física, sexual o moral de un niño o adolescente, lo mismo que cualquier otra violación a sus derechos, tiene la obligación de comunicarlo al organismo de protección.

Los adultos que tienen a cargo la responsabilidad parental y quienes se desempeñan en organismos asistenciales, educativos y de salud del ámbito público o privado no solamente deben comunicar al organismo de niñez la situación de abuso para que puedan tomarse las medidas de protección necesarias, sino que además tienen la obligación legal de hacer la denuncia judicial.

Atentos padres a estos comportamientos:

* Incremento de pesadillas y problemas para dormir.

* Conducta retraída.

* Estallidos de angustia.

* Ansiedad.

* Depresión.

* Rechazo a quedarse solos con una persona en particular.

* Conocimiento inapropiado para la edad acerca de la sexualidad, que se manifiesta mediante conductas y lenguaje sexualizados.