'Mindfulness' para niños, todo lo que necesitas saber

Prácticas como el yoga o la meditación se han convertido en las mejores soluciones a los problemas de concentración en niños en la escuela

  • 26 nov 2017

Los trastornos de atención son cada vez más comunes en los niños, un problema que pocos padres saben atajar y que tiene una solución divertida y sana en prácticas como el entrenamiento del mindfulness, una combinación de yoga y meditación que se puede incorporar como clases extracurriculares para los hijos.

La timidez, la apatía o el fracaso escolar son algunos de los síntomas de la falta de atención, problemas que padecen muchos niños y que les causan estrés a ellos y a sus familias, que se suelen ver impotentes a la hora de dar a sus hijos la motivación necesaria a fin de centrarse en los estudios o cualquier actividad cotidiana.

Sin embargo, más que un problema esta circunstancia es una oportunidad perfecta para que pequeños y mayores descubran los beneficios de una práctica milenaria como el yoga que, junto con la meditación, se ha convertido en la nueva obsesión healthy bajo el nombre de mindfulness, un término estadounidense tomado como sinónimo de atención.

Ahora, este entrenamiento se practica desde casa gracias a guías como “Atentos y contentos. Mindfulness para niños” (Ediciones Martínez Roca), un libro pensado para padres y educadores que quieran enseñar a los niños a concentrarse mejor de una forma amena, sin crear alarma sobre la aparente falta de interés de los menores.

“La dispersión es un signo característico de la mente del niño”, explica entre sus páginas el autor Ramiro Antonio Calle, escritor consagrado de obras de autodesarrollo y director del madrileño Centro de Yoga Shadak, donde lleva más de 45 años enseñando a personas de todas las edades a cuidar su salud física, mental y emocional.

Aunque sea un concepto relativamente nuevo, el mindfulness se basa en métodos de entrenamiento importados en su totalidad del antiguo Oriente, “en especial de la psicología budista y el yoga”, una filosofía que Calle transmite mediante explicaciones sencillas y breves relatos que muestran los beneficios de actuar “meditativamente” en todos los momentos del día.

“La dispersión es un signo característico de la mente del niño”, explica Ramiro Antonio Calle, autor de “Atentos y contentos. Mindfulness para niños”

En sus 15 capítulos, este manual explica a los adultos los beneficios de entrenar la atención desde edades tempranas, incluso si no se tienen problemas graves, y algunos ejercicio básicos, que van desde posturas de yoga hasta la visualización, una especie de juego de imaginación que ayuda a “controlar” los estados de ánimo tanto positivos como negativos.

Yoga y meditación para niños sanos y contentos. Los entrenamientos propuestos por Calle comienzan con lo que ha denominado ejercicios dinámicos conscientes, movimientos típicos en los niños como saltar, bailar sin coreografía, moverse como un “muñeco desarticulado” o andar y detenerse en seco, que trasladan la concentración y el calentamiento tradicional al campo de los juegos.

A continuación, la rutina pasa a posturas que se acercan progresivamente al yoga, desde el árbol, en la que los pequeños se mantienen sobre una pierna con los brazos en alto, hasta otras más exigentes, como el columpio, que consiste en elevar las piernas y los brazos, sosteniéndose en las nalgas y formando una V con el cuerpo, ambas idóneas para potenciar el equilibrio y la capacidad de focalizar.

A pesar de sus beneficios, el mindfulness no es milagroso, por lo que el especialista considera básico cuidar los hábitos, como tener una alimentación sana y suficientes horas de sueño, o aprender a controlar la respiración, además de estar rodeados de un buen ambiente, de hecho, no duda en señalar las “neurosis” de los adultos como la causa principal de la falta de concentración en los menores.

Entre las contraindicaciones y precauciones a tomar son las siguientes: Consultar a su médico antes de realizarlo si el niño tiene problemas de salud. Si siente molestia o malestar detenga el ejercicio y observar si vuelven a repetirse.