Si las supermujeres que buscan cumplir a la perfección con todos sus roles, el profesional, el familiar y el social, se concientizan de que valen por lo que son y no por lo que hacen, podrían dejar de experimentar cansancio crónico.
Ya sea por obsesión, porque aprendieron o creyeron que deben resolver todo, porque sienten culpa de atender su profesión en vez de su familia o porque están muy pendientes de las expectativas de los otros, es común que las mujeres entren en esta dinámica, señala Adriana Ortiz, especialista de la Sociedad Psicoanalítica de México.
El resultado, señala, es agotamiento, pero puede escalar e interferir con sus relaciones personales y profesionales e incluso con su salud física y mental.
Lo primero es liberarse de la culpa y dejar de darle peso a las expectativas de los otros. De esta forma, precisa Ortiz, dejarían de estar preocupadas por ser perfectas y aprenderían a delegar tareas tanto a la pareja como a los hijos.
Otro paso, precisa la experta, es que acudan a terapia, pues puede que tengan rasgos obsesivos y narcisistas.
“Tienen que ir con un experto para trabajar estos problemas. Una manera de hacerles frente es a través de la terapia”, explica. Pero lo principal, puntualiza, es que detecten si son este tipo de mujeres.
“Deben detectar si tienen necesidad se hacer todo absolutamente bien. Además, suelen ver como una virtud, más que como un defecto, el ser perfectas en cada uno de los roles que se desempeñan”, indica.
Estas mujeres, además, tienen mucha necesidad de ser reconocidas. “Quieren reafirmar ante los demás que lo que hacen está bien realizado. Buscan la aprobación constante”, asegura. Señala que es fundamental que aprendan a permitirse fallar.
“En lugar de ver un error como desastre, lo deben de ver como una posibilidad de aprendizaje para mejorar”.
Para la especialista tienen que aprender a ser más flexibles y comprensivas consigo mismas.
“Deben evitar el pensamiento extremista. Tienen que ver que hay muchas más opciones y no sólo los extremos”, comenta.
Por otra parte, Pilar Mejía, académica del Instituto Humanista de Terapia Gestalt, considera que estas mujeres tienen que hacer una reconstrucción de prioridades y reconstruir su vida social. “Deben recordar preferencias y gustos olvidados, y retomarlos”, recomienda.
Estrategia
Para evitar la conducta perfeccionista, las especialistas recomiendan:
Aprender a reconocer los logros propios
Despreocuparse de las opiniones de los demás
Plantearse metas realistas
Considerar asistir a terapia
Ya sea por obsesión, porque aprendieron o creyeron que deben resolver todo, porque sienten culpa de atender su profesión en vez de su familia o porque están muy pendientes de las expectativas de los otros, es común que las mujeres entren en esta dinámica, señala Adriana Ortiz, especialista de la Sociedad Psicoanalítica de México.
El resultado, señala, es agotamiento, pero puede escalar e interferir con sus relaciones personales y profesionales e incluso con su salud física y mental.
Lo primero es liberarse de la culpa y dejar de darle peso a las expectativas de los otros. De esta forma, precisa Ortiz, dejarían de estar preocupadas por ser perfectas y aprenderían a delegar tareas tanto a la pareja como a los hijos.
Otro paso, precisa la experta, es que acudan a terapia, pues puede que tengan rasgos obsesivos y narcisistas.
“Tienen que ir con un experto para trabajar estos problemas. Una manera de hacerles frente es a través de la terapia”, explica. Pero lo principal, puntualiza, es que detecten si son este tipo de mujeres.
“Deben detectar si tienen necesidad se hacer todo absolutamente bien. Además, suelen ver como una virtud, más que como un defecto, el ser perfectas en cada uno de los roles que se desempeñan”, indica.
Estas mujeres, además, tienen mucha necesidad de ser reconocidas. “Quieren reafirmar ante los demás que lo que hacen está bien realizado. Buscan la aprobación constante”, asegura. Señala que es fundamental que aprendan a permitirse fallar.
“En lugar de ver un error como desastre, lo deben de ver como una posibilidad de aprendizaje para mejorar”.
Para la especialista tienen que aprender a ser más flexibles y comprensivas consigo mismas.
“Deben evitar el pensamiento extremista. Tienen que ver que hay muchas más opciones y no sólo los extremos”, comenta.
Por otra parte, Pilar Mejía, académica del Instituto Humanista de Terapia Gestalt, considera que estas mujeres tienen que hacer una reconstrucción de prioridades y reconstruir su vida social. “Deben recordar preferencias y gustos olvidados, y retomarlos”, recomienda.
 Concientizarse sobre la importancia de hacerse valer por su esencia y no por lo que realiza y la forma en que lo lleva a cabo.
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Para evitar la conducta perfeccionista, las especialistas recomiendan:
Aprender a reconocer los logros propios
Despreocuparse de las opiniones de los demás
Plantearse metas realistas
Considerar asistir a terapia
