En este verano: ¡hidrátate!

En verano es tan fácil broncearse como deshidratarse por el intenso calor al perder más líquidos de los que se ingieren.

  • 16 mar 2016

Redacción. Las probabilidades de sufrir una deshidratación aumentan en los días calurosos como consecuencia de un descenso en el nivel de agua del organismo.

'La mayoría de la gente no se hidrata adecuadamente, si tomaran suficientes líquidos durante el día no tendrían problemas de deshidratación en climas cálidos', manifiesta el médico del deporte Óscar Salas Fraire.

Aunque todas las personas están expuestas a la deshidratación, algunas tienen más posibilidades de padecerla, especialmente los niños, mujeres embarazadas, adultos mayores, deportistas, enfermos crónicos y trabajadores al aire libre que están expuestos a mucho calor.

'La deshidratación es una alteración de los líquidos del cuerpo y sucede cuando hay pérdidas excesivas o falta de ingesta de ellos', señala por su parte el urgenciólogo Aarón Espinosa Almaguer. 'Afecta al organismo de distintas maneras dependiendo el grado de deshidratación'.

Las principales manifestaciones son debilidad, dolor de cabeza, calambres, y conforme el cuadro avanza pueden presentarse mareos, náuseas, vómito, boca seca o pegajosa, hasta convulsiones.

'Una deshidratación severa puede afectar órganos importantes como riñón, corazón y cerebro, incluso, provocar estado de coma y tener complicaciones fatales', agrega Espinosa Almaguer.

La sed es un indicador de deshidratación, pero no es uno de los primeros signos de alerta, pues cuando se manifiesta significa que la persona ya está deshidratada.

Para contrarrestar la falta de hidratación es necesario restablecer el equilibrio hidroelectrolítico del organismo bebiendo abundantes líquidos, sobre todo en los días más calurosos y secos, el agua natural es la mejor opción.
'Ingerir suficiente agua, mínimo dos litros al día, ayuda a la nutrición de las células y a la desintoxicación del cuerpo', indica Salas Fraire.

Los niños y embarazadas requieren hidratarse con mas frecuencia en temporadas de intenso calor.
Que no te de sed:
-Bebe al menos 2 litros de agua al día de manera continua y en pequeñas cantidades.
-Lleva a la mano un termo o botella con agua para recordarte la necesidad de beber.
-Recuerda que la sensación de sed suele aparecer cuando existe cierta deshidratación, así que hidrátate antes de tener sed.
-Ingiere alimentos ricos en agua como frutas, verduras y hortalizas.
-Evita el consumo de bebidas alcohólicas, ya que tienen efecto diurético.
-Aumenta el consumo de líquidos y mantente en un ambiente fresco y ventilado en época de calor.
-Mantén una adecuada ingesta de líquidos, especialmente si eres deportista o trabajas al aire libre.

En los días de intenso calor:
-Vístete acorde a la actividad que vayas a practicar.
-Elige prendas holgadas y, al salir al exterior, usa gorra.
-Mantente fresco para que sudes menos.
-Bebe abundante agua.