Redacción. A los veintitantos también se le conoce como “la crisis del primer cuarto de vida”. Conforme pasan los años aprendes, vives y te das cuenta de cosas que antes pasaban desapercibidas. Estos son los cambios y experiencias que te tomará aproximadamente un cuarto de siglo aprender:
1. El círculo de amigos se hace más pequeño. Aquellas personas que creíste estarían a tu lado toda la vida, de pronto comienzan a quedar como desconocidas, no necesariamente por una razón.
2. Las multitudes ya no son “tan divertidas”. Ahora se disfrutan más las reuniones o lugares tranquilos en los que se pueda platicar.
3. Conoces a personas increíbles. Las amistades que nacen una vez que ya crecimos pueden ser de las más poderosas del mundo.
4. Ríes más, pero cuando lloras lo haces con más dolor. Entiendes que las peleas y discusiones son cosas distintas, que no solo tú puedes tener la razón y que con los sentimientos no se juega.
5. Es hora de empezar a tomar decisiones que cambian la vida. Cuestionar sobre lo que queremos y lo que no, si estamos en el camino indicado y haciendo lo indicado.
6. Con el paso del tiempo te das cuenta de que tener un corazón roto no es tan malo después de todo porque la próxima vez que te enamores lo harás de una manera más calmada y madura.
7. La relación y convivencia familiar empiezan a fortalecerse. Te das cuenta de que son los únicos que estarán a tu lado en las buenas y malas.
1. El círculo de amigos se hace más pequeño. Aquellas personas que creíste estarían a tu lado toda la vida, de pronto comienzan a quedar como desconocidas, no necesariamente por una razón.
2. Las multitudes ya no son “tan divertidas”. Ahora se disfrutan más las reuniones o lugares tranquilos en los que se pueda platicar.
3. Conoces a personas increíbles. Las amistades que nacen una vez que ya crecimos pueden ser de las más poderosas del mundo.
4. Ríes más, pero cuando lloras lo haces con más dolor. Entiendes que las peleas y discusiones son cosas distintas, que no solo tú puedes tener la razón y que con los sentimientos no se juega.
5. Es hora de empezar a tomar decisiones que cambian la vida. Cuestionar sobre lo que queremos y lo que no, si estamos en el camino indicado y haciendo lo indicado.
6. Con el paso del tiempo te das cuenta de que tener un corazón roto no es tan malo después de todo porque la próxima vez que te enamores lo harás de una manera más calmada y madura.
7. La relación y convivencia familiar empiezan a fortalecerse. Te das cuenta de que son los únicos que estarán a tu lado en las buenas y malas.
8. En ocasiones nos aferramos al pasado, pero al mismo tiempo nos damos cuenta de cuanto hemos cambiado y madurado. Lo único que podemos hacer es seguir avanzando para crear un presente bueno porque será nuestra compañía en el futuro.
9. Aprenderás lo que significa vivir la vida al máximo y a sentirte bien contigo misma. La vida pasa demasiado rápido hagamos que nuestro tiempo valga la pena.
